La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ya había dejado caer en numerosas ocasiones que la aprobación del segundo plan de reformas estructurales era inminente, aunque nunca acababa de dar una fecha concreta. Este lunes, en rueda de prensa en La Moncloa, tras su encuentro con el primer ministro británico, David Cameron, el líder del Ejecutivo sí que ha concretado un poco más. No sabemos si por despiste o porque el anuncio en realidad sí estaba previsto, pero Mariano Rajoy ha asegurado que el próximo paquete de medidas se anunciará el 26 de abril.
Aún se desconoce con detalle las mismas, aunque ya tenemos idea de algunas de ellas, puesto que el titular ya lo adelantó durante su intervención en el pasado Debate sobre el Estado de la Nación:
– Medidas para mejorar la financiación de las pymes. Junto a ellas se aprobará un régimen especial en el IVA que evitará que se tenga que ingresar el impuesto cuando no se haya cobrado la factura correspondiente.
– Medidas para favorecer fiscalmente la innovación empresarial. En este sentido se aprobará una reforma del incentivo por inversiones en I+D+i, incluso si los beneficios son insuficientes para alcanzar la cuota o cuando se produzcan pérdidas.
– Nuevo plan de pago a proveedores, que estará vinculado a la directiva europea de morosidad, que obliga a pagar las deudas en menos de 30 días.
Asimismo, el Ejecutivo aún tiene pendiente concretar la reforma energética, que quiere plantear antes de verano; sigue trabajando en la creación de una autoridad fiscal para vigilar el cumplimiento de los objetivos de déficit y en la constitución de un gran regulador bajo el nombre de Comisión Nacional de Mercados y Competencia; y además tiene pendiente aprobar definitivamente la ley de unidad de mercado, la de transparencia, plantear la ley de emprendedores y seguir avanzando en el seno del Pacto de Toledo para definir el factor de sostenibilidad del sistema de pensiones.
Un largo camino del que el presidente es consciente, aunque el optimismo no lo pierde. Rajoy ha vuelto a insistir en que la polémica senda por la que transita el Ejecutivo español es la correcta y la que le permitirá a la economía española crecer en 2014 y crear empleo. ¿Cómo? siguiendo con su política de reducción del déficit público. «Es evidente que esto dependerá de muchos factores, también de las decisiones de la UE, pero la política de contención del déficit, de reformas estructurales y algunas decisiones del BCE nos permiten afirmar que en 2024 habrá crecimiento económico y creación de empleo», ha zanjado.
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