Como bien dice el refranero español, el que avisa no es traidor. El Ejecutivo ‘popular’ aprueba este viernes el nuevo plan nacional de reformas para 2013 que remitirá a Bruselas; y teniendo en cuenta las últimas previsiones de crecimiento ofrecidas por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional, y las que ya maneja el Gobierno español (del -1,5% y no del -0,5%, como ya avanzó Luis de Guindos) no ha querido negar la evidencia: habrá más recortes. «Hacer recortes no le gusta a nadie», ha dicho el presidente español, Mariano Rajoy, este martes en una rueda de prensa en La Moncloa junto al primer ministro eslovaco, Robert Fico, «pero si lo hacemos es porque es algo necesario e imprescindible», ha continuado. Según Rajoy, en el Consejo de Ministros de esta semana no se aprobarán «recortes como los del año pasado», aunque ha señalado que es probable «que en algunas partidas sí que haya que ajustar».
Sobre una nueva subida de impuestos (IVA y IRPF), Rajoy ha asegurado que no quiere, aunque no ha cerrado la puerta definitivamente a nada. «No queremos subir impuestos», ha dicho textualmente, pero igualmente ha advertido de que todo dependerá de los planes de control de déficit público y de las previsiones de crecimiento con las que se cuente. «Hemos tenido que adoptar decisiones importantes, incómodas, que no son gratas y que son muy difíciles de tomar, pero si no las hubiéramos tomado estaríamos destruyendo nuestro futuro», ha rematado. Todo parece indicar que en el paquete de este viernes no se incluirán nuevas subidas impositivas, pero, ¿y en un futuro próximo? Rajoy no ha querido dar tantos detalles.
Por el momento, el ambiente que se respira en La Moncloa es de cierta tranquilidad. El mensaje sigue siendo el mismo: controlar el déficit público y continuar con la política de reformas estructurales. Pero todo visto desde un prisma menos alarmante que el del año pasado, cuando la prima de riesgo superaba el techo permitido y la bolsa sudaba para vestirse de verde. Ahora, las previsiones siguen siendo nefastas, pero a ojos del Ejecutivo ‘popular’, la economía española está recuperando la confianza. Sin ir más lejos, este martes, la prima de riesgo bajaba de 300 puntos por primera vez desde marzo de 2012. El Gobierno de Mariano Rajoy dice ser consciente de la dificultad de los tiempos que corren, pero sigue insistiendo en el potencial de España para salir de la crisis y pide «no dramatizar» las previsiones económicas. Es más, según ha afirmado el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la empresa, Fernando Jiménez Latorre, durante su intervención en el ‘XX Encuentro del sector financiero’ organizado por ABC y Deloittel, «lo peor de la crisis ya ha pasado».
Cambios en las previsiones
El presidente del Gobierno, por su parte, no ha querido ser tan optimista, pero sí que ha coincidido con Latorre en que no es conveniente poner tanto énfasis en las previsiones. Era evidente que los últimos datos negativos ofrecidos por el FMI era una de las cuestiones que saldría a relucir este martes en la rueda de prensa, así que ha venido con la lección bien aprendida. Nunca antes se había tomado tantas molestias en explicar esta cuestión, pero Moncloa cada vez es más consciente de la preocupación de los españoles a este respecto. En este sentido, Rajoy ha explicado que un país suele presentar hasta tres previsiones en un año. Primero, cuando presenta los presupuestos generales el año de antes, segundo cuando elabora el plan nacional de reformas para enviar a Bruselas y en tercer lugar cuando presenta los presupuestos generales para el año siguiente. «¿Qué ha ocurrido ahora?», se ha preguntado a sí mismo Rajoy, «que las previsiones de crecimiento que se daban desde diversos organismos internacionales para Europa no se están cumpliendo. Así que debemos de revisarlas», se ha contestado. Es más, el Ejecutivo presentará este viernes también su nuevo cuadro macroeconómico con una revisión a la baja de las previsiones y el programa de estabilidad para los próximos tres años.
Ahora bien, el presidente español ha vuelto a evitar quedarse solo ante el peligro y ha añadido al resto de Europa en su argumentario. «Todos hemos tenido que cambiar las previsiones: la Comisión Europea, el FMI y el resto de países de la UE», ha recordado, aprovechando la intervención de este viernes para dejar en evidencia al resto de socios comunitarios: Reino Unido pasa de un 1,8% al 0,6%, Francia esperaba un crecimiento del 0,8% y se tendrá que conformar con el 0,1% e, incluso, Alemania retrocede del 1,6% al 0,4%. «España no ha hecho nada distinto», ha recordado Rajoy, que ha insistido en que la economía está sujeta a muchas circunstancias que obligan a los gobiernos a hacer cambios. «Las previsiones no son algo en lo se acierte siempre», ha zanjado el presidente, evitando en todo momento dar ningún detalle sobre los anuncios que se harán el próximo viernes, aunque eso sí, dejando claro que las reformas «no son una opción, sino una obligación».