El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha asegurado que el Gobierno dedicará cualquier ganancia de crecimiento económico, «que se puede producir y se va a producir», a una reducción adicional del déficit público.
Así lo ha señalado De Guindos durante su intervención en el ‘II Foro Global de Sostenibilidad’, donde ha dicho que la modificación de las cifras de déficit tras los dos años adicionales concedidos por Bruselas para sanear las cuentas no supone una relajación, sino que simplemente tiene en cuenta el escenario de recesión tanto de España como del resto de la zona euro.
A su parecer, la nueva senda de déficit sigue las recomendaciones de la Comisión Europea y pretende combinar la «ineludible» consolidación fiscal con la vuelta al crecimiento, aunque el esfuerzo estructural para sanear las cuentas en 2013 seguirá siendo «sustancial».
En este sentido, el ministro ha repasado los esfuerzos realizados el año pasado, que permitieron a España llevar a cabo un «importante ajuste» y uno de los mayores esfuerzos en términos estructurales mientras recuperaba gran parte de la confianza perdida.
Esta recuperación de la confianza, según Guindos, ha permitido al Tesoro reducir los costes de emisión, lo que también redundará en el déficit público, puesto que el organismo ha cubierto ya el 50% de sus necesidades de financiación para el conjunto del año.
De hecho, el ministro ha recordado que el Tesoro está ofreciendo ahora rentabilidades que no se daban hace años. Así, la rentabilidad del bono a diez años está cerca del 4%, algo que no ocurría desde mediados de 2010.
Por otro lado, el ministro ha resaltado el reequilibrio que se ha producido en el sector exterior en los últimos meses y la recuperación de gran parte de la competitividad perdida gracias, entre otras cosas, a la reforma laboral, que ha reducido los costes laborales unitarios y ha dado flexibilidad a las empresas.
De hecho, Guindos ha recordado que, según las previsiones de la Comisión, España crecerá un 0,9% el año que viene y creará empleo, aunque las previsiones del Gobierno posponen este escenario a 2015 ya que, tal y como ha dicho el ministro, son «extremadamente conservadoras y prudentes» y buscan generar confianza.
En cualquier caso, Guindos ha asegurado que España ya ha dejado atrás «un periodo duro» y cuenta ahora con una economía «más fuerte y sana» que se situará en un «punto de giro» en el año 2013, con algunos datos positivos, para volver a crecer y crear algo de empleo en 2014.
A su parecer, este punto de giro no habría sido posible sin las medidas adoptadas y el «formidable» esfuerzo que ha hecho la sociedad, que ha permitido situar al país en un «escenario distinto» en materia económica.
En este contexto, ha dicho Guindos, el Gobierno ha aprobado el plan nacional de reformas con medidas para mejorar el funcionamiento de la economía aumentado su crecimiento potencial e incidiendo a medio plazo en el crecimiento y el empleo.
Cuatro ejes de reformas
Así, se han planteado reformas para flexibilizar la economía y hacer que la iniciativa privada sea el eje dinamizador del crecimiento. Las reformas parten de cuatro ejes fundamentales: la reforma de las administraciones públicas, las medidas para garantizar un entorno favorable a los emprendedores, la consolidación fiscal y la mejora de la financiación de la economía.
«No es aceptable que las empresas españolas soporten condiciones de financiación más duras que sus competidoras», ha dicho Guindos, tras asegurar que este objetivo será prioritario, para lo que se movilizarán 45.000 millones y se firmarán acuerdos como el alcanzado la semana pasada con Alemania, que será extensible a otros países.
En cualquier caso, el ministro ha admitido que el Gobierno asumió una situación «complicada», aunque ha conseguido corregir los principales desequilibirios al trabajar con la responsabilidad de haber pedido grandes sacrificios a los ciudadanos que aún no dan sus frutos, pero que han puesto cimientos sólidos para la recuperación.
Pide más trabajo en Europa
Pese a la voluntad reformista del Gobierno, Guindos ha recordado que la situación española no es ajena a la del resto del mundo, y ha recordado que la economía europea seguirá en recesión en 2013 e iniciará una «recuperación suave» en 2014, aunque las dudas sobre la irreversibilidad del euro se hayan disipado.
De hecho, ha asegurado que se ha pasado de una Europa que generaba dudas sobre la sostenibilidad financiera a otra en la que las dudas hacen referencia a la aportación de la zona euro al crecimiento económico, ya que la recuperación de los mercados no se ha filtrado a la actividad real y sigue existiendo un problema fundamental: la fragmentación de los mercados.
En este sentido, ha explicado que los mecanismos de transmisión de la política monetaria están «dañados», lo que impide que los progresos de estabilidad se trasladen a los mercados de crédito, aunque se haya conseguido que los Tesoros y los bancos se financien mejor.
Dificultades adicionales en España
Según Guindos, la falta de financiación homogénea para las pequeñas y medianas empresas crea dificultades adicionales para países como España, que han realizado muchos ajustes para reconducir sus cuentas. Los resultados de estos ajustes, a su parecer, no se trasladarán a la economía real con la intensidad debida si no se aborda este problema.
Así y para asentar la estabilidad financiera de la zona euro, Guindos ha considerado «esencial» progresar de forma «rápida y sostenible» en la integración, sobre todo en la unión bancaria para avanzar en la recapitalización directa, el mecanismo de resolución único y el fondo de garantía de depósitos común.
En declaraciones a los medios tras el foro, el ministro se ha mostrado convencido de que Europa pondrá ahora el «énfasis» en esta materia porque «no hay unión monetaria que funcione bien sin unión bancaria. Ése es el objetivo número uno a efectos de dar financiación en condiciones estables», ha dicho.
Estrella Digital/EP