Comienza una semana decisiva para el presidente del Gobierno. Con todos los ojos puestos sobre él, Mariano Rajoy ha estrenado su agenda oficial con un acto público: ha acudido a presentar a uno de sus barones más jóvenes, José Ramón Bauzá, que ha protagonizado este lunes un desayuno informativo en la capital. Ha sido un discurso breve y de alabanza absoluta al presidente balear en el que no ha habido ninguna referencia a asuntos polémicos. El Gobierno y el Partido Popular siguen sin aclarar si el líder del Ejecutivo acabará dando su brazo a torcer sobre la octava petición de comparecencia que los socialistas han vuelto a registrar en el Congreso de los Diputados y que lleva acompañada una amenaza: o Rajoy acude al Parlamento o habrá moción de censura.
«Las decisiones más necesarias son muchas veces las más difíciles de tomar», ha dicho el presidente del Gobierno este lunes. Llamativas palabras que Rajoy ha pronunciado en clara alusión a los recortes y a las reformas que Bauzá está llevando a cabo en las Islas Baleares, pero que los invitados presentes no han tardado en relacionar con la controvertida decisión que aún está pendiente de anuncio: dar la cara o no en el Parlamento nacional. Tal y como ya advirtió el pasado viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, no será hasta este miércoles cuando el Partido Popular haga pública su decisión durante la Diputación Permanente que está previsto celebrarse en la Cámara Baja.
Así que por el momento, todo siguen siendo incógnitas. No ha sido posible preguntarle al presidente del Gobierno durante la mañana sobre su opinión a este respecto, puesto que ha abandonado el acto antes de su finalización, no obstante, los medios de comunicación volveremos a tener la oportunidad de hacerlo este mediodía durante la rueda de prensa que ofrecerá en La Moncloa junto al primer ministro de Rumanía, Victor Ponta. El formato volverá a ser el limitado a dos preguntas por parte de la delegación española, pero si todo sale como lo previsto y no se vuelven a producir injerencias como las evidenciadas durante la pasada comparecencia cuando el equipo de comunicación de Moncloa pactó con el ABC la pregunta formulada al presidente saltándose así el pacto habitual de la prensa, el presidente del Gobierno deberá enfrentarse a esta cuestión, por lo que es probable que este lunes ya conozcamos la voluntad de Rajoy a este respecto.
No obstante, el silencio ha vuelto a ser la consigna abanderada por el Gobierno y los ‘populares’ sobre todo lo relacionado con el ‘caso Bárcenas’. Además de Rajoy, este lunes también han querido acompañar a Bauzá, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, los ministros de Defensa (Pedro Morenés), Sanidad (Ana Mato), Fomento (Ana Pastor) y Agricultura (Miguel Arias Cañete), otros barones del PP, como el madrileño Ignacio González y el valenciano Alberto Fabra y algunos responsables del PP como el presidente del Congreso, Jesús Posada, los vicesecretarios Javier Arenas y Esteban González Pons o la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre. Todos, a excepción de la expresidenta madrileña que ha asegurado que Bauzá es un «presidente honestísimo», han esquivado a la prensa a su llegada al hotel madrileño en el que se ha celebrado el acto.
Eso sí, al que finalmente no le ha quedado más remedio que contestar sobre el extesorero ‘popular’ y su opinión sobre si Rajoy debe o no comparecer en el Congreso ha sido al protagonista del evento. Ya en el turno de preguntas, y cuando Rajoy ya no estaba presente, se ha producido una batería de preguntas sobre esta controvertida cuestión. En este sentido, lo primero que ha querido dejar claro Bauzá es que el PP balear no tiene nada que ver con Bárcenas. «Absolutamente nada», ha aseverado. Y sobre la hipotéticamente comparecencia de Rajoy en el Parlamento ha seguido el discurso oficial: «el presidente comparecerá cuando lo estime oportuno, siempre en beneficio de los intereses de los españoles».