Los ciudadanos suizos se han negado este domingo en referéndum a poner un tope salarial para que los altos ejecutivos no ganen en un mes más de lo que gana el trabajador menos pagado en todo un año, una decisión que podría haber desembocado en grandes recortes salariales entre los principales directivos, que ganan millones de euros.
El resultado inicial de la votación arroja un 65% a favor del «No», según informa la televisión suiza SRF sobre esta iniciativa denominada 1:12 para un Salario Justo, y que ha sido posible tras la recogida de las 100.000 firmas necesarias para realizar este tipo de votación popular por parte las juventudes del partido socialdemócrata suizo (JUSO).
Pese a su alto nivel de vida, Suiza es un país generalmente igualitario. Sin embargo, en los últimos años sus ciudadanos han incrementado sus protestas por la desigualdad en los salarios de los ejecutivos frente a los trabajadores poco cualificados.
«Después de la Segunda Guerra Mundial el crecimiento de los salarios y la riqueza ha sido más o menos paralelo», ha afirmado el presidente de JUSO, David Roth. «En los últimos años una pequeña parte de la sociedad se ha llevado los grandes beneficios y la mayoría tiene menos en sus monederos», ha criticado.
En 2010, el 10 por ciento de los trabajadores con menos salarios ganaron algo menos de 4.000 francos suizos (más de 3.200 euros) al mes, de acuerdo a la Asociación de Sindicatos Suiza. Si el referéndum del domingo tiene éxito, la medida supondría un recorte de hasta 576.000 francos (casi 468.000 euros) al año en los salarios más altos.
Oposición a la medida
Entre los opositores a la limitación de salarios se encuentran el Gobierno suizo y las grandes empresas del país, que aseguran que la medida empeoraría su competitividad, llevaría a las empresas a salir del país, supondría despidos y generaría una caída en las contribuciones a la seguridad social y un aumento de impuestos.
El consejero delegado de la farmacéutica Roche Severin Schwan, que recibió un salario 261 veces superior al trabajador menos pagado de la compañía en 2012, ha asegurado que sería mucho más difícil para la empresa reclutar personal cualificado si se aceptaba la medida.
Este sector ha colocado varios carteles en estaciones de tren y calles de Suiza haciendo un llamamiento a los ciudadanos para que voten en contra de una «dictadura salarial». Por su parte los simpatizantes de la medida han colgado banderas rojas con el ‘1:12’ en balcones y ventanas.
La creciente desigualdad salarial con el comienzo de la crisis financiera ha generado más referendums que pretenden promover la equidad del país. Los suizos decidirán si establecer una renta básica para todos los adultos de 2.500 francos suizos (unos 2.000 euros) al mes por parte del Estado, con independencia de que trabajen o no.