BBVA registró un beneficio atribuido de 624 millones de euros en el primer trimestre de este año, lo que supone un descenso del 64% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, cuando se anotó plusvalías de 1.200 millones de euros derivadas de la venta de activos de España y México.
Sin contabilizar dichas operaciones corporativas, el beneficio del banco creció un 18,7%, hasta situarse en 744 millones de euros, según ha informado la entidad este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La entidad ha afirmado que la comparativa interanual de dichos resultados trimestrales está condicionada, además de por la ausencia de operaciones corporativas en la primera parte del año, por el impacto negativo de la evolución de los tipos de cambio frente al euro.
No obstante, según el banco, la constancia en la generación de ingresos, el control de los gastos y los menores saneamientos contribuyeron a presentar una «sólida» cuenta de resultados, que marcan el inicio de un nuevo ciclo en sus resultados operativos.
«Estos resultados ponen en valor la fortaleza de nuestro modelo de negocio. Por un lado confirman que sigue mejorando la calidad crediticia y, por otro, demuestran la consistencia de los ingresos recurrentes», ha afirmado el consejero delegado de la entidad, Angel Cano.
En cuanto a la estrategia, Cano ha subrayado que la prioridad es acelerar la transformación del Grupo hacia un modelo de negocio digital que dé una respuesta aún «más ágil y conveniente» a los clientes, a través de cualquier canal, con nuevos servicios y aplicaciones.
Entre enero y marzo, sin tener en cuenta la fluctuación de las divisas, el margen de intereses más las comisiones repuntaron un 6,7%, hasta los 4.376 millones de euros.
El margen bruto ascendió a 5.051 millones de euros, un 6,8% inferior al de hace un año, aunque medido a tipos de cambio constantes experimentó un crecimiento del 5%. El margen de intereses se situó en 3.391 millones de euros, un 6,4% menos, mientras que el neto alcanzó los 2.438 millones de euros, un 8,4% inferior.
En concreto, los mercados desarrollados aportaron un 45% del margen bruto consolidado, mientras que las economías emergentes contribuyeron con un 55%.
Según la entidad, la mejora de la calidad crediticia permitió disminuir «considerablemente» los saneamientos crediticios e inmobiliarios, que sumaron 1.244 millones de euros, frente a un promedio por trimestre de 1.662 millones de euros en 2013 y de 2.357 millones de euros en 2012.
La mora cae por primera vez desde 2011
En concreto, la tasa de mora total grupo se situó en el 6,6%, frente al 5,3% de un año antes y 18 puntos básicos menos que el pasado diciembre, la primera caída desde 2011, con una cobertura del 60%.
La tasa de mora conjunta del negocio bancario y la actividad inmobiliaria en España se redujo hasta el 10% desde el 10,3% de diciembre, gracias a la disminución de la cifra de dudosos en 610 millones de euros.
La ratio 'core capital' según Basilea III se sitúa en un 10,8% (phased-in), muy por encima del mínimo exigido por la nueva regulación.
En cuanto a actividad, el crédito bruto a la clientela registró un descenso del 6,1%, hasta 349.746 millones de euros, si bien aumentó un 1,6% a tipos de cambio constantes.
En los resultados por áreas de negocio, la actividad bancaria en España mejoró sus resultados apoyada en el inicio de la recuperación económica y presentó avances en el diferencial de clientela, reducción de las entradas de operaciones en mora y una incipiente mayor demanda de préstamos.
La entidad ganó en España 386 millones de euros, un 33,3% menos que un año antes, pero un 178,4% más si se excluye la plusvalía generada en marzo de 2013 por la operación de reaseguro sobre la cartera de seguros de vida-riesgo individual. Además, el beneficio de la actividad bancaria compensó el resultado del negocio inmobiliario.
La mejora del contexto también se notó, según la entidad, en la actividad inmobiliaria en España. La exposición neta a este sector (alrededor de 14.200 millones de euros) acumula una reducción del 21% desde el pico registrado en 2011. La tasa de morosidad descendió a un 54,2% (-127 puntos básicos en el trimestre).
BBVA vendió más de 3.000 unidades entre enero y marzo, con descuentos cercanos al valor neto contable, cifra que junto a las operaciones realizadas en nombre de terceros, ascendió a cerca de 5.000 unidades. El área se anotó unas pérdidas de 231 millones de euros, «notablemente menos negativo» que en los periodos precedentes