El Gobierno ha presentado el nuevo cuadro macroeconómico para España. Los datos que ya se conocían no han dejado margen para la sorpresa pero si la forma en que se han explicado las cifras. Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, ha repetido en varias ocasiones que eran “muy prudentes” y conservadoras. Atrás han quedado los cantos de sirena sobre la recuperación y más después de los discretos datos de la EPA del primer trimestre.
Pero obviamente, el Gobierno no puede recular y menos con las elecciones a la vuelta de la esquina. En palabras del ministro de economía el nuevo cuadro macroeconómico trae consigo “crecimiento” de empleo, del PIB, del superávit por cuenta corriente tanto interno como externa todo ayudado por una baja inflación. Además, tanto Cristóbal Montoro como De Guindos han hecho hincapié en la mejora de la financiación de la deuda, que cifran en cerca de 40 millones desde el 2012.
Todo al empleo
El Partido Popular confía en la mejora de la economía de cara a las elecciones europeas del 25 de mayo. Más en concreto, lo fía todo a la mejora del paro, el gran problema para todos los españoles como ha dejado claro las últimas encuestas del CIS. Según las hipótesis del Gobierno en 2014 se va a crear empleo neto, además, se ha confirmado la cifra de creación de empleo, que ya se había avanzado, en más de 600.000 puestos de trabajo. De Guindos ha avanzado que las previsiones para 2017 es que la tasa de desempleo baje del 20%, hasta el 19,8%.
A pesar de las buenas previsiones en materia de creación de empleo y del número de ocupados, el Partido Popular, en el mejor de los escenarios, tan solo sería capaz de mejorar en 100.000 personas el empleo en sus cuatro años de legislatura.
Reducción del déficit público
Una de las grandes propuestas del Gobierno será proponer a Bruselas reducir el déficit del 6,6% al 5,5% al cierre de este año. En un principio, el déficit estaba en el 5,8%, de esta manera el Gobierno mejora sus predicciones en cerca de 3.000 millones, decir, un 0,3%. Desde el Gobierno se fía esta cifra a varios factores: En primer lugar, la deuda va a ser más ‘barata’, en segundo lugar se esperan unos mayores ingresos vía impuestos y por último, el crecimiento del PIB que reduce automáticamente el déficit al crecer.
Las previsiones además incluyen un déficit del 3% para 2016 que seguiría desciendo hasta llegar al 0%. Se antoja complicado poder recortar el gasto en más de 60.000 millones en los próximos tres años por varias razones. Primero, porque no se ha presentado un programa de recorte serio. En segundo lugar, porque el PP ‘ha prometido’ bajar impuestos en 2015 y en tercer lugar, porque aunque mejore la financiación de la deuda la baja inflación es mala ‘amiga’ para los que pagan deudas. Se debe recordar que la deuda española se encuentra en máximos y que según Montoro va a superar el 100% del PIB en 2015 y no espera una reducción hasta 2017.