Emilio Botín, presidente del Banco Santander durante las últimas tres décadas, fallecía en Madrid a los 79 años a causa de un ataque al corazón en su residencia de Somosaguas. Sus seis hijos, Ana Patricia, Carmen, Emilio, Carolina, Paloma y Francisco Javier, se desplazaron de inmediato hasta el domicilio del banquero. Desde allí sus restos mortales han sido trasladados hasta su ciudad natal, Santander, concretamente hasta la localidad de Puente de San Miguel, donde recibirán sepultura.
A lo largo de toda la jornada del pasado 10 de septiembre, la familia se dejó ver en el interior de la vivienda, consolándose mutuamente. Sus seis hijos mostraron un rictus serio y apesadumbrado, con la tristeza oculta tras gafas de sol.
Sus seis hijos recibieron las muestras de cariño de numerosos familiares y amigos que se desplazaron de inmediato para acompañarles en estos dolorosos momentos.
Precisamente su primogénita acaba de ser elegida como sucesora del Banco Santander, presidido por su difunto padre. El consejo de administración de la entidad financiera se reunía de inmediato para designar al nuevo presidente.
La favorita para sucederle era Ana Patricia Botín, de 53 años y actual consejera delegada de Santander UK. La comisión de nombramientos ya la había propuesto para el cargo.
Botín ha muerto en un momento en que preparaba su relevo a punto de cumplir los 80 años. El empresario sometía su cargo a la junta de accionistas cada tres años y su actual mandato como presidente vencía en 2015 dentro de apenas siete meses, puesto que el banco suele convocar las juntas no más tarde del mes de marzo. El banquero meditaba no presentarse a la reelección y ceder el cargo a su hija, actual consejera y responsable del Santander en Reino Unido.
Su hija, Ana Patricia Botín, será su sucesora
Han sido muchas las muestras de cariño y condolencias que ha recibido la familia a lo largo del miércoles como las del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y el líder de la oposición y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
Mientras, el presidente del BBVA, Francisco González, ha expresado en declaraciones a Europa Press: «Quiero transmitir en nombre de BBVA nuestro pésame por el fallecimiento de Emilio Botín. Lamentamos su pérdida y nos sumamos al dolor de su familia y del Grupo Santander en estos momentos».
El Banco de España ha enviado una nota en la que lamenta la repentina muerte del banquero, que considera «una figura excepcional en el sistema financiero internacional».
No faltó Alfredo Sáenz, que se personó en casa del fallecido, visiblemente afectado. Era la mano derecha de Botín y ex consejero delegado de la entidad que presidía. A su llegada tan sólo pudo comentar «la familia está hecha polvo».