El Tesoro Público ha colocado 3.203,4 millones en una nueva subasta de bonos a 10 y 15 años, por debajo del máximo previsto de 3.500 millones, en la que ha rebajado la rentabilidad del bono a más largo plazo, pero ha elevado los tipos en la emisión a diez años.
La subasta de este jueves coincide con una mayor incertidumbre de los mercados por la posible recesión de la Eurozona, que ha elevado la prima de riesgo española hasta los 156 puntos básicos y la rentabilidad del bono español a diez años hasta el 2,28%. A pesar de ello, la demanda ha superado los 4.900 millones de euros, más de 1,5 veces lo finalmente adjudicado.
En concreto, el organismo ha colocado 2.151,90 millones de euros en la subasta a diez años, con una rentabilidad media del 2,196%, por encima del 2,075% ofrecido en la subasta anterior. El tipo marginal se ha colocado en el 2,27%, también más alto que el 2,086% previo. La demanda ha superado en 1,6 veces la oferta, algo por encima de las 1,5 veces en la emisión previa del mismo tipo de papel.
En el bono a 15 años, el Tesoro ha emitido 1.051,44 millones de euros, con un tipo medio del 2,842%, muy por debajo del 3,514% ofrecido anteriormente. También la rentabilidad marginal ha bajado de forma considerable, al pasar del 3,524% de la subasta previa al 2,909% actual. La demanda ha superado en 2,5 veces la oferta, frente a las 1,3 veces en esta ocasión.
Tras la subasta de este jueves, el organismo dependiente del Ministerio de Economía volverá a medirse en los mercados el próximo martes, 21 de octubre, con una nueva emisión de letras a 3 y 9 meses.