Los ministros de Economía de la eurozona discutirán durante su reunión mensual que se celebra este lunes los resultados de las elecciones en Grecia y pedirán al futuro Gobierno heleno que respete los compromisos asumidos con la UE en materia de ajustes y reformas. El Eurogrupo está dispuesto a renegociar el rescate griego e incluso a aliviar el peso de la deuda, pero sólo si Atenas cumple las condiciones.
«El mensaje que darán los ministros es que respetamos el resultado electoral y esperamos que Grecia respete sus compromisos, y nosotros respetaremos los nuestros», ha explicado un alto funcionario del Eurogrupo. Esta es la advertencia que vienen repitiendo en los últimos días el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, o el del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Aunque todos los líderes europeos -incluyendo la canciller alemana, Angela Merkel, o su ministro de Economía, Wolfgang Schäuble- han dicho que la salida de Grecia del euro (o 'Grexit') no está sobre la mesa, Dijsselbloem ha dejado claro que si el nuevo Gobierno heleno no respeta sus compromisos, no tendrá más ayuda de la UE. En total, Grecia ha recibido desde 2010 alrededor de 240.000 millones de euros en dos rescates.
«Cualquier Gobierno griego continuará necesitando apoyo de la eurozona», ha señalado el presidente del Eurogrupo en una entrevista a la revista alemana 'Der Spiegel'. «Un país que necesita apoyo para financiar su economía y gasto público también debe respetar las condiciones. Hay margen para negociar y hablar sobre el diseño de los programas de ajustes. Pero simplemente pedir un crédito sin condiciones no funcionará», ha avisado.
Lo más urgente para el Eurogrupo es negociar una nueva prórroga del programa de asistencia financiera a Grecia, ya que la actual vence el 28 de febrero. Si no se acuerda una nueva extensión, Atenas quedaría el 1 de marzo sin ningún tipo de cobertura europea y no recibirá el último tramo de 1.800 millones de euros del segundo rescate. La prórroga debe ser pedida por Grecia, ya sea por el nuevo Gobierno o por el Gobierno en funciones, según las fuentes consultadas
El nuevo plazo, que podría ser de varios meses, debe servir para negociar los ajustes que exigen los acreedores a cambio del último tramo del rescate, así como un nuevo programa de ayuda a Grecia, ya que todos los Estados miembros coinciden en que todavía no podrá financiarse en los mercados a tipos aceptables. El Eurogrupo ya ha ofrecido a Atenas una línea de crédito preventiva, que podría ser de 10.000 millones de euros según ha dicho el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, pero que iría asociada a nuevas condiciones.
La cuestión de la deuda formará también parte de estas negociaciones. El Eurogrupo se comprometió en noviembre de 2012 a adoptar nuevas medidas para aliviar la carga de la deuda griega, pero sólo si Atenas cumplía una serie de condiciones, en particular lograr un superávit primario (sin contar el pago de intereses) y aplicar los ajustes y reformas exigidos. Grecia logró el superávit en 2013 y la discusión sobre la deuda estaba prevista para otoño de 2014, pero el desacuerdo entre la troika y el Gobierno heleno sobre los ajustes para 2015 impidió siquiera iniciar el debate.
Todos los Estados miembros se oponen a una nueva quita a la deuda helena ya que la mayoría está en manos públicas (España tiene 26.000 millones), pero están dispuestos a estudiar medidas equivalentes como alargar todavía más los plazos de vencimiento y recortar los tipos. Hasta ahora, la mayor resistencia ha venido del primer ministro finlandés, Alexander Stubb.
Pese a todo, un alto funcionario del Eurogrupo se declara «muy optimista» sobre las negociaciones con el nuevo Gobierno griego. «Las cosas irán con mucha más fluidez de lo que la gente piensa. Las cosas irán bien, sea cual sea el resultado de las elecciones», asegura.