La Bolsa de Atenas ha reaccionado con caídas superiores al 8% a la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de dejar de aceptar la deuda griega como garantía en sus operaciones de liquidez, lo que en la práctica condena a los bancos griegos a depender de la línea de liquidez de emergencia del Banco de Grecia.
De este modo, el selectivo ateniense llegaba a caer en los primeros minutos de negociación hasta un 8,75%, situándose en los 773,92 puntos, aunque gradualmente ha logrado enjugar parte de este descenso hasta llegar a ceder un 5,75%, en los 799,31 puntos.
La decisión del BCE, además de en el parqué bursátil, tenía efecto inmediato en la renta fija y provocaba un significativo repunte del interés. De este modo, la rentabilidad ofrecida en los mercados secundarios por los bonos griegos a diez años subía al 11,030% desde el 9,793% de este miércoles.
En el caso de la deuda con vencimiento a cinco años, la rentabilidad alcanzaba el 12,927%, mientras que el interés exigido a los bonos a tres años llegaba al 18,833%.