El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, visita este martes Kiev acompañado de una quincena de empresarios españoles en busca de oportunidades de negocio en un país que se dispone a recibir una inyección de miles de millones de euros procedentes de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La guerra que Ucrania libra en el este con los separatistas prorrusos de las regiones de Donetsk y Lugansk ha agravado aún más la maltrecha economía del país, cuyo Producto Interior Bruto es hoy la mitad que cuando se independizó en 1991.
En tan solo un año, Ucrania ha visto cómo la inflación se disparaba hasta el 25 por ciento, su moneda perdía la mitad de su valor y la deuda pública aumentaba del 40 al 67%. Además, con la anexión de Crimea a Rusia, Ucrania ha perdido un tercio de sus reservas de gas y 1/5 de las de petróleo.
El conflicto en Ucrania, en el que han muerto unas 5.400 personas desde que estalló hace un año, también ha tenido repercusiones económicas para España, que ha visto cómo se desplomaban sus exportaciones hacia el país, que llegaron a representar 420 millones de euros en 2013.
La visita del ministro García-Margallo, acompañado de quincena de empresarios, busca empezar a posicionar a las compañías españolas en el proceso de desarrollo y modernización que el país deberá acometer en los próximos años con la financiación de la UE y del FMI.
Los europeos se han comprometido a invertir 11.000 millones de euros que se irán desembolsando de manera gradual en función de cómo Ucrania vaya emprendiendo una serie de reformas que van desde la reducción del déficit, a la mejora de su sistema fiscal, el aumento del precio del gas (muy subvencionado en la actualidad) o la lucha contra la corrupción.
Por su parte, el FMI también destinará a Ucrania 17.000 millones de dólares si Ucrania cumple con las reformas.
De este viaje no saldrá ningún contrato ni se cerrarán operaciones concretas, pero sí servirá para hacer «prospección comercial», es decir, para explorar oportunidades de negocio y comenzar a posicionarse, según fuentes del equipo que acompaña al ministro.
El Gobierno detecta que las empresas españolas tienen posibilidades de hacer negocio en Ucrania fundamentalmente en el sector ferroviario (el país debe modernizar toda su red y mejorar los metros de Kiev y otras ciudades); pero también en otros sectores como el de tratamiento de residuos, captura de CO2, o en el desarrollo de proyectos gasísticos.
Con el ministro viajan representantes de Abengoa, AD3 Energy, Aenor, Airbus, Ciclus ID, Danobat; Eptisa, Indra, Ineco, Sercobe, Grupo Elsamex, e Ingeteam, que participarán en un foro empresarial bilateral.
En el plano político, la visita del ministro a Kiev busca relanzar la relación política tras unos años de contactos mínimos durante la etapa del anterior presidente Viktor Yanukovich. García-Margallo quiere mostrar la solidaridad con Ucrania en el conflicto que mantiene con los separatistas del este.
En vísperas de que se concrete una inminente cumbre en Minsk entre Alemania, Francia, Rusia y Ucrania para alcanzar un alto el fuego en el este que permita iniciar un proceso de negociación política, el ministro reiterará el apoyo de España a que se respete la integridad territorial de Ucrania, al tiempo que defenderá la conveniencia de mantener el diálogo abierto con Rusia.
También incidirá en la necesidad de que la UE hable con una voz única en Ucrania, como ha subrayado este lunes en su intervención en la reunión con sus colegas europeos en Bruselas, donde han acordado una nueva tanda de sanciones contra dirigentes de las regiones separatistas pero también contra altos cargos rusos, como el viceministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor.
La entrada en vigor de estas nuevas sanciones queda aplazada hasta el lunes en un intento de ayudar a que la cumbre de Minsk salga bien. Para evitar que esas sanciones entren en vigor el lunes -si hubiera un gran acuerdo en Minsk, por ejemplo– será necesario de nuevo lograr la unanimidad de los europeos.
La propuesta inicial de la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, permitía que solo un país de la UE pudiera bloquear la entrada en vigor de las sanciones si considerase que había habido avances sustantivos en Minsk, una opción que rechazó España al considerar que facilitaría que se rompiera la unidad de la UE en este asunto.
Durante su estancia en Kiev, García-Margallo tiene previsto entrevistarse con la ministra de Finanzas ucraniana, Natalia Jaresko, con su colega de Exteriores, Pavlo Klimkin, con quien ofrecerá una rueda de prensa conjunta, y con el presidente del Parlamento, Volodymyr Groisman.
No se descarta que en el último momento pueda cerrarse un encuentro con el presidente, Petro Poroshenko.