Una «voluntad» sí. Como lo era hace tres años cuando se subió. Pero una realidad no. O por lo menos no «inminente». Así ha salido este lunes el Gobierno al paso de las informaciones que algunos medios de comunicación ya daban por hecho a primera hora del día: la tan reclamada bajada del IVA cultural. Estamos en época electoral; y las filtraciones interasadas vuelan por doquier. Pero lo cierto es que no hay nada nuevo bajo el sol. Se trata de una promesa que el Gobierno ya lanzó el pasado 11 de julio de 2012. El mismo día en que el Gobierno anunciaba que subiría el IVA cultural de algunos productos del 8% al 21%, ya avanzó que lo bajaría en cuanto la situación económica del país lo permitiera. Y ahora lo único que se ha hecho es insistir en esta promesa, no concretar ninguna solución.
Es más, de ser cierta la información publicada, el IVA cultural seguiría siendo más elevado que cuando el PP llegó al Gobierno. Según el diario ABC, Rajoy ya ha tomado la decisión de bajar este gravamen al mundo de la cultura del 21% al 10% -es decir, dos puntos por encima aún de como lo encontró- y está a la espera de hacer pública la decisión. Aunque en el Gobierno nadie se ha atrevido a confirmar tal extremo, ni siquiera el propio líder del Ejecutivo; más bien todo lo contrario. El Gobierno al completo, con el presidente Rajoy a la cabeza, ha optado por la pruedencia. «Hoy no es posible», ha admitido el líder del Ejecutivo desde Guatemala. «Si bien no es algo que descarte en el futuro», ha remato Rajoy. Poca novedad al respecto. Ésta es la respuesta que el Gobierno lleva ofreciendo desde julio de 2012.
Lo que no quiere decir que esta decisión no esté ahora más cerca de concretarse que entonces. «España era un país que en el año 2012 estaba al borde de la quiebra y se apostaba a que iba a ser objeto de rescate. Tuvimos que tomar decisiones que no son de las que me gustan», ha relatado este lunes el presidente del Gobierno, que en clave electoralista no se ha olvidado de recordar que la recuperación económica «servirá para mejorar algunas medidas en el tema fiscal». Eso sí, sin pillarse los dedos con fechas concretas. Según las fuentes gubernamentales consultadas por estrelladigital.es, admiten que es una medida que se está estudiando «con detenimiento», pero advierten de que no se trata de nada «inminente». «No será ni en las próximas horas, ni en los próximos días», insisten las mismas fuentes, y ni siquiera se atreven a aventurar que vaya a ser una medida que se adopte antes del final de la Legislatura. «Hay voluntad por parte del Gobierno, pero desde luego no una fecha concreta». Así como tampoco está claro el tramo que se reducirá.
Caída en picado desde 2008
Los datos de la industria cultural en España representan cerca de 32.000 millones de euros, un 3,2% del Producto Interior Bruto (PIB). La cifra de empleados del sector es de unos 500.000, que suponen una cuota de un 2,7% del total de personas trabajando.
La cultura en España venía arrastrando muchos problemas desde el estallido de la burbuja en 2007, al igual que la totalidad de la economía española. Además de la caída de la actividad económica, esos efectos se han amplificado con la llegada de internet y el abuso de la piratería. Y para colmo, la subida por decreto que hizo el gobierno de Mariano Rajoy del 8% al 21% llevaron a la cultura en 2013 a uno de sus peores años en los últimos 25 años.
El año 2008 supuso el principio de la decadencia. La caída a partir de entonces ha crecido. El número de conciertos ha caído un 12,2%, un 23,2% los espectadores y un 11,3% la facturación. Además, las artes escénicas han visto cómo su recaudación mermaba un 10% en Madrid y Barcelona, cifra que se eleva al 60% en el resto de territorio español. Y entre 2004 y 2011 el número de espectadores en las sala de cine cayó un 32%.
La puntilla del IVA
El año 2013 supuso uno de los peores años para la cultura española. Una caída media del 20% en todos los espectáculos. Los espectadores en salas de cine cayeron un 17,8 y la recaudación un 18,5 según datos de la SGAE. Cayó el número de cines, de pantallas y la cuota de películas españolas se quedó en el 14%.
Asimismo, el teatro ha visto cómo desde 2008 ha perdido más del 30% de sus espectadores, en el periodo 2012 a 2013 se perdieron cerca de 400.000 espectadores en una industria que mueve cerca de 11 millones de espectadores. En las artes escénicas, con el teatro a la cabeza, se perdieron cerca de 8 millones de euros, un 4% del total.
En el caso de la música en vivo la caída desde el 2008 ha sido de un 66% y entre 2012 y 2013 ha perdido un 20% de consumidores. Las ventas de discos en el mercado físico se redujeron un 23% en 2013, un 70% si lo ampliamos a 2008.
Situación en el resto de Europa
En otros países la situación es distinta. Incluso con su supuesta reducción al 10% -antes estaba en un 8%-, sigue estando por encima de países como Noruega, 0%; Suiza, 2,5%; Bélgica, 6%; Holanda, 6%; Grecia, 6,5%; Alemania, 7%; Francia, 5%; Finlandia, 10%; Irlanda, 9%; Italia, 10%, y Portugal, 13%. En Holanda la subida del IVA cultural del 6% al 11% causó tantos estragos -en concreto, una caída de la actividad del 30%-, que el gobierno decidió rectificar.
La confrontación del IVA cultural con otros también ha generado muchas controversias tanto en redes sociales como en debates. La actriz Terele Pávez señalaba que el cine porno pagaba menos de un 3% y el convencional un 21%. En los Goya se pudo escuchar a Esther García, de la productora El Deseo, que opinaba que “hay que recordar, en este punto, que frente al 21% del impuesto al cine, la industria del porno está gravada con el 4%”. Pero no es cierto. Según establece la ley, los libros y las revistas están sujetos al IVA superreducido del 4%. Por tanto, no depende del contenido de la revista o del libro sino depende del formato. Al igual ocurre con los DVD. Estos tributan al 21% ya sea una película española o una de porno.