El lenguaje del presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, pasó hace tiempo a convertirse en monotema electoral. Quizás desde finales de 2014 debido primero a las autonómicas y municipales y ahora a la proximidad de las generales. El caso es que a la mejora de la economía Rajoy quiere añadir una fuerte subida del gasto público con el que comprar la voluntad de los votantes indecisos. Liberal se hace llamar el Partido Popular, curioso. EstrellaDigital.es adelantó que de momento el Ejecutivo pondría encima de la mesa más de 13.000 millones de gasto extra, de momento.
La compra de votos a través de la expansión del gasto público (sufragado a través de impuestos) tiene dos etapas. La primera consiste en cuadrar los presupuestos y aprobarlos rápido. Esa etapa está a punto de finalizarla el Ejecutivo del PP con la publicación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016 antes que nunca, ya que, el Consejo de Ministros aprobará el próximo 31 de julio el proyecto de Ley de los PGE y se tramitarán en agosto. Se prevé que queden aprobados días antes de que se disuelvan las Cortes (se especula el día 20 de octubre).
La segunda etapa es la publicidad y difusión, como cualquier proceso de compra y venta el producto debe ser publicitado para que los consumidores puedan comprarlo. De ello se encargarán los dirigentes populares que pueblan España. Rajoy ha pedido ha encargado al partido que movilice a todos sus dirigentes para que a partir de septiembre se vuelquen en explicar en sus respectivas provincias las mejoras que recogerán las cuentas públicas, según han informado fuentes 'populares'.
Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, el presidente quiere que las cuentas públicas sirvan al PP para escalar posiciones en la carrera electoral, después de que en las últimas elecciones municipales los 'populares' hayan perdido casi dos millones y medio de votos.
Por eso, ha pedido al partido que haga un esfuerzo para hacer llegar a los ciudadanos de todos los rincones de España las inversiones y mejoras en las cifras que recogerán los PGE, sin olvidar hacer hincapié en los datos de crecimiento y de creación de empleo que se están registrando y subrayar las bajadas de impuestos.
El PP ofrece más de 13.000 millones de gasto
Los populares ya no solo basan su estrategia electoral en la mejora de la economía española y la buena evolución del empleo, ahora también en un programa de gasto al puro estilo socialdemócrata. Entre unas medidas y otras el Ejecutivo de Rajoy pretende implantar unas medidas que ahora suponen más de 11.500 millones y que podrían ascender hasta los 13.000 millones de euros en función de la subida de los salarios públicos.
La medida más importante del Ejecutivo ha sido la de elevar en 7.000 millones la financiación a las Comunidades Autónomas. El gran agujero negro de España recibirá más dinero para sostener sus decenas de Administraciones paralelas cuyas duplicidades cuestan más de 30.000 millones. No es solo eso, el pozo sin fondo autonómico ha costado a España más de 150.000 millones entre el rescate de las cajas de ahorros en manos de los políticos autonómicos y el pago de los distintos fondos autonómicos. Además, el Ministerio de Hacienda asumirá los intereses de las CC.AA con más problemas. Las CC.AA tienen “el derecho” a reclamar “lo que quieran” ha dicho Mariano Rajoy y, por ello, les aumentará en 7.000 millones su financiación. Total, el dinero no lo pone él sino el resto de españoles.
Las otras medidas que ha prometido el Ejecutivo ha sido la reforma del IRPF por valor de 1.500 millones (20 euros por persona de media) que si bien no es gasto, sí es dinero que se debe dejar de gastar. También ha prometido dotar con 2.000 millones su agenda social, destinada a paliar la pobreza existente en España. Por último, se le suman gastos menores como la reducción de un 2,2% (1,5 euros de media) de la parte fija de la factura de la luz. Se debe recordar que el Estado es el responsable de un 60% del coste de cada recibo de la luz, para cuando los políticos hablan de pobreza energética y de los precios abusivos de las eléctricas. Por último, el nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, ha prometido subir la partida para becas y ayudas para libros.
Por último, aunque no confirmado queda el guiño del PP a los funcionarios y trabajadores públicos. Primero será la abonar la paga extra que les debe, en totalunos 700 millones. Además, el PP declarará tarde o temprano una subida de sueldo para los funcionarios que podría rondar el 1 o 1,5%, lo que significaría un gasto de unos 1.500 millones. De momento, el Presupuesto del Congreso se ha incrementado un 1,51% y su presidente, Jesús Posada, ha asegurado que la Cámara está “preparada” para aplicar a los diputados la misma medida que aprueba el Gobierno respecto al sueldo de los funcionarios para 2016.
Los populares son conscientes que son la segunda mayor fuerza (tras los jubilados) de voto de España, 2,5 millones de trabajadores públicos y no han dudado endulcificar su vocabulario con ellos. Aunque Cristóbal Montoro es cosciente de que la diferencia entre sueldos públicos y privados es la mayor de la OCDE. En 2013, los funcionarios cobraban de media 39.907 euros brutos mientras que el sueldo medio privado es 25.983 euros. No le ha dudado el pulso en destacar hace unas semanas que los funcionarios han tenido un “ejemplar comportamiento” en una legislatura muy complicada o que han de tener una “mejor retribución”.