El déficit del Estado hasta septiembre subió un 20% y alcanzó los 28.531 millones de euros, lo que supone un 2,56 % del PIB, con lo que casi alcanza la previsión del 2,6% para el conjunto del año, según los datos publicados hoy por el Ministerio de Hacienda.
Entre enero y septiembre, los ingresos del Estado ascendieron a 126.093 millones de euros, un 4,4% menos que en el mismo periodo de 2015, mientras que los gastos cayeron un 0,6%, hasta los 154.624 millones.
El déficit consolidado de las administraciones públicas, excluidas las corporaciones locales -cuyos datos todavía no se han publicado-, hasta agosto (la última información disponible) se situó en el 3,3 % del PIB, por debajo del 3,36 % del PIB que registraba hace un año, y también del objetivo de todo este ejercicio consensuado con Bruselas, del 4,6 % del PIB.
La ejecución presupuestaria de las comunidades autónomas -cuyos datos se publican con un desfase de un mes respecto a los del Estado- arroja un déficit de 802 millones hasta agosto, equivalente al 0,07% del PIB, tras caer un 90,6% gracias a las transferencias por la liquidación del sistema.
A falta de una redefinición de los objetivos de déficit por administraciones para aplicar la mayor flexibilidad concedida por Bruselas para 2016 (4,6% del PIB), el proyecto presupuestario del Gobierno sitúa el déficit del Estado en el 2,6 %.
Este documento enviado a la Comisión Europea también señala que el déficit de la Seguridad Social será del 1,7% este año y el de las administraciones territoriales, del 0,3%, lo que implica que si las comunidades autónomas cumplen con el 0,7% previsto, las entidades locales tendrán un superávit del 0,4%.
En lo que se refiere al desequilibrio del Estado hasta septiembre, se situó en 28.531 millones, un 20 % más, una cifra que se reduce hasta los 7.509 millones en términos de saldo primario (es decir, sin tener en cuenta los intereses de la deuda), con lo que multiplica por cuatro el dato de 2015.
Hacienda achaca esta evolución del déficit del Estado a la liquidación del sistema de financiación de las comunidades autónomas correspondiente a 2014 realizado en julio, que fue superior al del ejercicio anterior.
Y apunta que si se elimina este efecto en ambos ejercicios el déficit del Estado caería un 12,5% hasta septiembre.
Los ingresos se redujeron un 4,4 % hasta septiembre debido a la caída de la recaudación por impuestos, especialmente los relativos a renta y patrimonio.
Así, la recaudación por IRPF cayó un 7,7 %, hasta los 25.171 millones, debido a la liquidación definitiva a las comunidades autónomas y a la rebaja de este impuesto.
El Impuesto de Sociedades recaudó 11.751 millones, un 24,9 % menos, como consecuencia del descenso en los ingresos de pagos fraccionados originado por la desaparición en 2016 de las medidas de ejercicios anteriores.
Estos ingresos empezarán previsiblemente a recuperarse en octubre, cuando se refleje el desembolso efectuado por las grandes empresas una vez restablecido el mínimo en los pagos fraccionados en este impuesto.
En cambio, los ingresos por IVA aumentaron un 2,2%, hasta los 50.972 millones.
Los gastos hasta septiembre se redujeron un 0,6%, un dato que refleja la disminución de los desembolsos por intereses (bajan un 4,7%), consumos intermedios (4,2%) y aportaciones para financiar el Presupuesto de la Unión Europea (2,6%).
También descienden las transferencias al Servicio Público de Empleo Estatal «gracias a la favorable evolución del mercado laboral», aunque aumentan las dirigidas a comunidades autónomas y corporaciones locales.
La remuneración de asalariados se incrementó en un 1,7 % debido a la subida en un 1 % de la retribución de empleados públicos y a la devolución en 2016 de la mitad de la paga extra de diciembre eliminada en 2012.
Efe