El principal indicador de la Bolsa española, el IBEX 35, modera su caída poco antes de la apertura de Wall Street pero retrocede aún cerca del 2 % y sigue siendo el índice europeo peor parado tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.
A las 14.40 horas, el IBEX 35 se dejaba 185,9 puntos, equivalente al 2,08 %, se situaba en 8.751,1 enteros y ampliaba al 8,31 % las pérdidas anuales.
En el resto de Europa las pérdidas eran más contenidas, aunque Milán retrocedía a esta misma hora un 1,84 %; París, un 1,08 %; Fráncfort, un 0,99 % y Londres, un 0,17 %.
El triunfo de Trump frente a Hillary Clinton, la candidata preferida por los inversores, provocó desde primera hora una oleada masiva de ventas en los principales mercados.
Tal es así que el IBEX 35, arrastrado también por las abultadas pérdidas del Nikkei de Tokio, que se había hundido un 5,36 %, inició la sesión con un desplome cercano al 4 %, el mayor desde el «brexit».
No obstante, después del discurso conciliador de Trump, las caídas se suavizaron y han estado durante buena parte de la mañana próximas al 2 %, aunque con algunos grandes valores, como BBVA, muy castigados, con pérdidas próximas al 9 % en algunos compases de la sesión.
A pocos minutos de la apertura de Wall Street, además de BBVA, que se desploma el 8,67 %, el resto de grandes valores del IBEX 35 también retrocede, pues Iberdrola se deja un 2,93 %; Telefónica, un 2,88 %; Banco Santander, un 2,45 %; Inditex, un 1,88 %, y Repsol, un 1,16 %.
En el mercado de divisas, el euro se cambia a esta hora a 1,10 dólares, mientras que en el de materias primas el barril de petróleo Brent -de referencia en Europa- baja a 46,01 dólares.
El oro, valor refugio por excelencia, sube un 1,6 %, hasta 1.304,55 dólares la onza, y el bono alemán a 10 años cae un 4,32 %, hasta 0,177 %.
Para los analistas consultados por Efe, tras la derrota de Hillary Clinton se abre una etapa de incertidumbre con respecto a las decisiones que tomará el nuevo presidente de EEUU y en cuanto a si cumplirá sus principales promesas electorales.
«La incertidumbre es lo que menos gusta al mercado, por lo que tendremos que acostumbrarnos a la volatilidad», ha dicho Ignacio Cantos, desde ATL Capital.
El economista jefe de UniCredit en Estados Unidos, Harm Bandholz, señala también que «el alcance y la duración de las reacciones de los mercados dependerán de la actitud de Trump cuando tenga el poder en sus manos», igual que el catedrático de Economía de Esade, Xavier Mena.
«A corto plazo, en un entorno de incertidumbre, Wall Street y las bolsas mundiales hundirán sus cotizaciones y el dólar se depreciaría levemente», comenta Mena para el que, dentro de unos meses la situación se equilibrará, en parte debido a la flexibilidad de la economía y los negocios.
EFE