Los mercados no le han dado al Popular la tranquilidad que necesitaba. En una nueva jornada terrible, el Banco ha perdido el 18,1% de su valor, que se suma a las pérdidas del 38% acumuladas los pasados jueves y viernes.
El banco hoy vale 1.400 millones. Si se mira desde el punto de vista del negocio bancario (180 millones en el primer trimestre) y de la cartera de clientes, una auténtica bicoca. Sin embargo, todo el mundo abandona el barco. Naturalmente, los bajistas (Blackrock a la cabeza) que llegó a poseer la segunda cartera del Banco Popular. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha hecho público un comunicado del propio Popular en que se dice que “tras la venta el pasado viernes día 2 de junio de la participación del 48,98% de Banco Popular Español S.A. en Targobank a Banque Féderative du Crédit Mutuel, ésta entidad ha comunicado su renuncia como vocal del Consejo de Administración de Popular con efectos desde esa misma fecha”.
El comunicado sugiere que Credit Mutuel ha reducido, también, su participación. El resto solo esperan un mínimo control de daños para desaparecer.
La posibilidad de venta de las acciones de Credit Mutuel ha podido contribuir al batacazo del Popular de los últimos días. Un inversor está obligado a actualizar los cambios en su participaciones en un máximo de cuatro días hábiles desde que se producen, hasta seis si la operación se hace mediante ventas en el propio mercado. Habrá que esperar para que Crédit Mutuel desvele a la CNMV si ha vendido..
Al batacazo del Popular también ha contribuido la publicación de que Blackrock, la mayor gestora del mundo, ha reducido recientemente del 4,09 al 1,77 % su participación en el banco español, acosado por los inversores que apuestan a la caída del valor.
El Popular está a punto de terminar de retasar a precios de mercado los cerca de 38.000 millones de euros en activos tóxicos que tiene en su balance, lo que permitirá conocer las necesidades de provisiones, que estarían entre 1.500 y 2.000 millones, según distintas fuentes
Banco Central Europeo y reestructuración
Sea cual sea la opinión del Banco de España o del Gobierno, lo cierto es que será el Banco Central Europeo el que ponga a Saracho las condiciones necesarias para evitar el rescate por el Mecanismo Único de Resolución (MUR). Es una medida que, por otra parte, otros países como Italia (Monte de Paschi) o Grecia han evitado, desde que el Banco Central se ocupa de la regulación. Que el valor del Banco se sitúe en cero, supondrá quitas de deuda y políticas públicas de saneamiento.
La reestructuración del Banco Popular ha empezado hace tiempo. Hasta hace apenas unas semanas, el Banco solo preveía problemas de solvencia cuando se aplicara, en el 2018, los ratios que exige la nueva normativa contable europea. Todos los días se están despidiendo trabajadores, afirman los sindicatos, que se temen un ajuste de cinco mil empleos, asociados al saneamiento de los activos tóxicos.
Tras la debacle del viernes, Saracho había enviado una carta a los empleados, asegurando que el “Banco Popular sigue siendo solvente y tiene patrimonio positivo”, si bien reconocía una “difícil situación”.
Miguel de la Balsa