Madrid, 29 jun (EFE).- Los comerciantes coinciden en que las ventas crecerán durante las rebajas estivales impulsadas, entre otros factores, por el auge del turismo, al tiempo que discrepan en si este periodo de descuentos debería estar de nuevo acotado para recuperar el efecto llamada que provocaban sobre los consumidores.
Desde su liberalización en julio de 2012, los comercios pueden efectuar rebajas durante todo el año. Hasta entonces, y a diferencia de otro tipo de descuentos o promociones, sólo podían tener lugar dos veces al año y durar como mínimo una semana y como máximo dos meses.
Tradicionalmente, la campaña de verano comenzaba el 1 de julio, una fecha que este año el grupo Inditex (Zara) y El Corte Inglés adelantarán al 30 de junio, por primera vez y para evitar coincidir con la operación salida, y que otros operadores, como H&M, Cortefiel o Mango, ya adelantaron hace días.
La Confederación Española del Comercio (CEC) prevé que las ventas subirán el 2 % de media y hasta el 5 % en las zonas de veraneo respecto a las rebajas estivales del año pasado, al tiempo que advierte de que su adelanto por parte de los grandes operadores podría suponer el fin de las mismas incluso ya en 2018.
Desde la patronal del pequeño comercio han asegurado a Efe que las rebajas «desregularizadas» confunden al consumidor y han dado pie a que las compañías más grandes hagan constantes descuentos y promociones, una estrategia frente a la que no pueden competir.
Además, con su liberalización, han dejado de servir para lo que se crearon, dar salida al stock de temporada, por lo que desde la CEC han urgido al Gobierno a impulsar el diálogo y el consenso entre formatos comerciales y a que se recuperen los periodos marcados en el calendario.
Por su parte, la patronal de la gran distribución Anged, que agrupa firmas como El Corte Inglés, Cortefiel, Carrefour o Ikea, espera una «buena campaña» gracias al buen tiempo, el tirón del gasto turístico y la recuperación de la confianza de los consumidores.
A diferencia de la CEC, Anged considera que las rebajas siguen teniendo un gran interés comercial, tanto para las empresas, que liquidan existencias, como para los consumidores; y que en la era digital en la que ha entrado el consumo, plantear su regulación es «simplemente imposible».
«El debate está totalmente superado por el comercio digital, al que es imposible someter a fechas y periodos de rebajas. Imponer al comercio físico periodos estrictos de rebajas que no van a ser respetados por grandes operadores globales del comercio digital supone ofrecer una ventaja adicional a las compras online», han explicado a Efe desde Anged.
En su opinión, lo que hay que hacer es impulsar un marco normativo moderno que garantice la igualdad en materia de impuestos, horarios, licencias y derechos de consumidores y trabajadores «para todo tipo de empresas, independientemente del tamaño o los canales de venta».
Por su parte, el comercio textil confían en lograr una campaña similar a la del año pasado, aunque no prevé que se registre grandes incrementos a pesar de que la temporada primavera verano ha sido «regular».
«La temporada está costando muchísimo. Ha habido promociones muy agresivas desde el principio, lo que hace que los ingresos no sean espectaculares y que el margen se vea reducido; y con la ola de calor, la gente no tenía ganas de ir de compras y prefería ir a la piscina o quedarse en casa con el aire acondicionado», ha dicho a Efe el presidente de Acotex, Eduardo Zamácola.
En su opinión, con la liberalización se ha diluido mucho el efecto llamada que ejercían las rebajas sobre el consumidor, al tiempo que ha subrayado que en un mercado tan abierto como el actual, donde lo online está muy presente, no se pueden limitar en el formato físico si no se limitan también en internet.
A su vez, esto es prácticamente imposible si se tiene en cuenta que las empresas españolas compiten online con compañías de todas partes del mundo. EFE