Este cronista económico no quiere molestar a nadie. Queda bien nombrar a Felipe VI representante de un mercado en declive o amenazar a algunas empresas del Ibex con privarles con mercados recién abiertos. Pero Iberia, el Corte Ingles, el futbol, el Puerto de Tarragona y un montón de sociedades más, además de el suministro de petroleo y gas, sufrirían. Muy complejo para ponerlo en un tuit o negarse a ir a una manifestación, pero estas son las cifras.
Nuestras balanzas comerciales con Arabia Saudí son deficitarias, a pesar de la leyenda sobre el armamentos, a causa de nuestra dependencia energética. Se han ido reduciendo los déficits a medida que España consumía menos combustible fósil.
Los estrategas económicos españoles no están tan interesados en la venta de armas como en la ingeniería civil y la energía renovable, especialmente. Felipe VI se preocupó en su último viaje un poco por las fragatas y un mucho por la obra civil.
Los resultados de futuro están por verse pero el cambio de relaciones con arabia Saudí y Catar que se ha sugerido podrían perjudicar a España notablemente, y no precisamente a la industria de armamento, cada vez más orientada al mercado europeo, con la excepción de Navantia por la que tanto se preocupa el alcalde de Cádiz.
Arabia Saudi
El crecimiento del comercio español en Arabia Saudi procederá de las exportaciones españolas de mercancías y de servicios, con una presencia creciente también en la construcción de plantas industriales e infraestructuras, lo que conlleva la instalación de nuevas tecnologías, también en el área de la sanidad.
El diseño, construcción y explotación del primer tren de alta velocidad entre Medina y La Meca, así como la adjudicación de tres líneas del metro de Riad al consorcio liderado por FCC, junto al futuro de las energías renovables que impulsa el reino saudita son los campos que atraen la actividad económica en mayor medida que las armas. Y dan más dinero
La exportación en el 2015 fue de 3.094Millones lo que implicó un 36% con respecto al año 2014. Sin embargo, en 2016, se redujo a 2363 millones, una caída del 23,7% . Una caída en todas la rúbricas exportadoras incluyendo el mercado de armas. La exportación española está muy poco concentrada, a pesar de las leyendas urbanas sobre el armamento; integra un amplio abanico de productos y más de 4.000 empresas exportadoras.
Las importaciones en el 2015 han alcanzado la cifra de 3.439 Millones lo que supuso una disminución del 33,6% con respecto a 2014. En 2016, las importaciones alcanzaron los 3001 millones de euros, cayendo un 3% y continuando la senda de reducción, desde 2014, debido a que compramos a Arabia Saudí menos petróleo.
Según el registro de inversiones de España, el stock de inversiones españolas en Arabia Saudí alcanzaba los 392M€ .Según la misma fuente y periodo, el stock de inversiones de Arabia Saudí en España alcanza 796 Millones de euros.
La inversión saudí en España se concentra en el sector de plásticos siendo la más significativa la de Sabic Innovative Plastics, que es una filial de la empresa estatal Sabic, que ha adquirido la planta de General Electric en Cartagena.
La inversión inmobiliaria es significativa también y constituye en los últimos años el sector más dinamico de inversión. Obeikan Investment Group tiene una planta en Valencia de corte de cartón por láser para fabricar envases para frutas y verduras, exportando la producción a más de cuarenta países.
Catar
El saldo de la balanza comercial ha sido históricamente desfavorable a España debido al gran peso que supone nuestras compras de combustibles fósiles, a pesar del crecimiento de nuestras exportaciones de media en los últimos años y la reducción de nuestras importaciones.
Catar es (después de Argelia y Nigeria) el tercer proveedor de gas natural de España, lo que es muestra de la importancia del país desde el punto de vista energético. Las cifras de comercio bilateral en los últimos años mantienen el saldo deficitario debido al peso de las importaciones españolas de combustibles.
Existe una relativa diversificación de la oferta exportadora, a diferencia de nuestras compras que están centradas casi exclusivamente en combustibles minerales. España vendió a Catar 205 millones en 2016, mientras importábamos 505 millones. En el caso catarí las ventas son prácticamente de combustible, mientras España vende, fundamentalmente, muebles y maquinaria, aunque hay una larga serie de productos.
En Catar se han instalado grandes empresas españolas como Acciona, Iberdrola, Isolux, Meliá, Ferrovial, FCC, Sacyr, Fenwick-Iribarren, SENER, Typsa o Harinsa/Ecisa entre otras. Las empresas españolas han conseguido éxitos importantes en la adjudicación como contratistas de importantes proyectos, especialmente en la ejecución de las grandes infraestructuras del país.
Las estadísticas distinguen entre la inversión privada y las inversiones de los fondos soberanos.
Según el registro de inversiones, la inversión privada acumulada desde 1993 hasta 2016 de Catar en España se sitúa en los 783 millones de euros y la española en Catar para el mismo período en 20 millones de euros.
No obstante, hay algunas operaciones de especial relevancia, principalmente realizadas por el fondo soberano de Catar QIA, como la entrada como accionista en Iberdrola, el Banco de Santander Brasil o más recientemente en la compañía de construcción Ecisa, o la compra del puerto deportivo Port Tarraco, en Tarragona, y el hotel W en Barcelona y el Intercontinental en Madrid.
En julio de 2015 el Jeque y ex Primer Ministro Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani compró el 10% de El Corte Inglés por un valor de 1.000 millones de euros. Ese mismo año, un holding vinculado a la familia real adquirió al menos el 10% del grupo PRISA.
A destacar, asimismo, la creciente participación de Qatar Airways en IAG (grupo en el que se integra IBERIA), que actualmente alcanza el 20% de su capital.
A través de Al Yazira, Catar controla el fútbol español – mediante la cadena Bein Sport, que comparte con Jauma Roures, uno de los propietarios de La Sexta.
Miguel de la Balsa