El Comité de Apelación de la Comisión Europea ha aprobado hoy, por mayoría cualificada de gobiernos europeos, la propuesta de la Comisión de autorizar cinco años más, y sin restricciones, el uso de glifosato, un herbicida ampliamente utilizado que se ha relacionado con el cáncer y con el daño ambiental. Nueve países votaron en contra de la licencia de cinco años más, mientras que un país se abstuvo y los otros dieciocho votaron a favor.
Han votado a favor (18 países; 65,71% de la población): Bulgaria, Alemania, República Checa, Dinamarca, Estonia, Irlanda, España, Letonia, Lituania, Hungría, Países Bajos, Polonia, Rumanía, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia, Suecia, Reino Unido. Votaron en contra (9 países; 32,26 % de la población): Bélgica, Grecia, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Luxemburgo, Malta, Austria. Se abstuvo Portugal
El glifosato es el herbicida más utilizado en Europa (donde la venta de productos que lo contienen supera los mil millones de euros anuales)
Las advertencias de científicos independientes, las demandas del Parlamento Europeo y la petición firmada por más de un millón de personas que piden la prohibición del glifosato se han ignorado, mientras las demandas de empresas como Monsanto han sido admitidas.
La propuesta de la Comisión se basa en una evaluación de los riesgos del glifosato para la salud, que establece que no hay pruebas suficientes de un vínculo de este herbicida con el cáncer, a pesar de que la OMS lo clasificó como «probablemente cancerígeno para los seres humanos».
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) así como la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA, por sus siglas en inglés), responsables de la evaluación de riesgos, se basaron en la propia interpretación que la industria agroquímica hizo de datos de cáncer no publicados, faltando por lo tanto información importante que apuntan a que existe un riesgo. Incluso cuando se trata de estudios publicados, importantes partes de la evaluación llevada a cabo por la EFSA fueron copiadas de los informes elaborados por los propios productores de glifosato, descartando información importante que vincula el glifosato con problemas de salud.
En octubre, el Parlamento Europeo pidió que se prohibiera totalmente el glifosato dentro de cinco años, empezando con una prohibición inmediata en espacios públicos, jardines privados y usos agrícolas innecesarios, así como la fumigación previa a la cosecha.
Más de un millón de personas han firmado una Iniciativa Ciudadana Europea que propone la prohibición del Glifosato
Glifosato
Es el plaguicida más utilizado en el mundo se compone de varios cientos de productos, entre ellos el famoso herbicida Roundup de Monsanto.
Es un herbicida de amplio espectro, de gran eficacia y de coste reducido, lo cual ha llevado a su amplia utilización en numerosos sectores y actividades, tales como el sector agrícola, los trabajos forestales o el mantenimiento de parques y jardines, carreteras, vías férreas y otras infraestructuras del transporte.
Dada la naturaleza de estas actividades no sólo se ven expuestos los trabajadores empleados en estos sectores sino también amplias capas de población en general. Muchos ayuntamientos están buscando alternativas al herbicida; cada vez mayor número de municipios y corporaciones locales están aprobando mociones para prohibir o limitar el uso de glifosato en sus ámbitos.
En marzo de 2015, un estudio de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Circ), una agencia afiliada a la Organización Mundial de la Salud, identificó el glifosato como un «probable carcinógeno».
En noviembre de 2015, la EFSA, contrariamente a lo que se esperaba, sostuvo que el producto no era un peligro para la salud humana. El mismo resultado ofrece el informe de la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA), en marzo de 2017, allanando el camino para su reautorización en la Unión Europea.
El agronegocio
El Observatorio Corporativo de Europa, un grupo de investigación sobre la influencia de los grupos de presión en las instituciones europeas, ha constatado que la Agencia de Seguridad Alimentaria habría permitido al Grupo de Trabajo sobre Glifosato, un consorcio de más de unos 20 fabricantes que utilizan este producto y dirigidos por Monsanto, tener acceso y derecho de alegaciones a su estudio de 2015.
Miguel de la Balsa