Bitcoin está en el mercado como pocos han estado antes. A principios de año, el precio de un Bitcoin era inferior a mil dólares, hoy vale 15 veces más.
Llegó a 5,000 en octubre, luego se duplicó a fines de noviembre, como les anunciamos en Estrella Digital. Y el jueves pasado, el precio de un Bitcoin se situó por encima de los 20 mil dólares en algunos intercambios. El sábado, al cerrar esta crónica, el Bitcoin se cotizaba, según Coinmarketcap, a 15.512 dólares. En definitiva, en un año, su valor se ha multiplicado por quince.
No todas las criptomonedas tienen el mismo valor. Bitcoin acapara el 61% de un mercado en el que operan 1337 criptomonedas. Su valor en conjunto, alcanza los 426.600 millones de dólares. Esto es así porque el número de monedas puestas en circulación es limitado (menos de 27 millones).
No es una gran cantidad de dinero, pero tampoco es inapreciable. Estas cifras son levemente inferiores a la capitalización de Alibaba o Amazon, por ejemplo, aunque cinco veces superior a o que vale Goldman Sachs. Sin embargo, su efecto potencial en nuestra economía no es menor.
Hasta la semana pasada, el bitcoin y las criptomonedas pertenecían al mundo oscuro de la red. Dictadores, evasores de capitales y protagonistas del mercado negro contaminaban una moneda que, sin embargo, en espacios locales y reducidos, esta teniendo cierto éxito.
Sin embargo, a partir de este domingo, esta moneda no regulada llegará a los mercados financieros de la mano de los mercados de derivados. Es decir, no es una moneda legal, pero sí una mercancía con la que se podrá especular. Por lo tanto, no solo aumenta, quizá, su valor sino su capacidad de contaminar a los mercados financieros.
¿Burbuja?
Obviamente el primer riesgo es la burbuja. Las ganancias de valor pueden haber sido impulsadas por varios factores, tal vez el más importante es la mentalidad irracional que se esconde en las burbujas especulativas.
Pero la mayoría de las personas que han comprado bitcoin lo hacen con la creencia de que más gente lo demandará en el futuro y subirán de valor.
Bitcoin solía ser, sobre todo, un mercado de ciudadanía libertaria, como gustan denominase y, también, paraíso de los mercados negros. Sin embargo, junto a la tecnología, la lejanía de los mercados financieros regulados lo habían mantenido en niveles reducidos de comercio.
El mercado financiero se pone en marcha
Muchos inversores han declarado que los factores más importantes que impulsan el crecimiento son los fondos de cobertura y otros inversores institucionales.
En Chicago, donde se ha iniciado la comercialización de productos bitcoin han sido dos fondos los que han lanzado contratos de futuros. La mayoría de los bancos, sin embargo, ya se han registrado en futuros intercambios de unos contratos que empiezan a cotizarse este domingo
Con un contrato futuro, los bancos pueden apostar por el precio de bitcoin sin tener los Bitcoins subyacentes. Es decir no necesitan monedas para especular. Igual que no necesitaban valor inmobiliario para jugar con el valor de las hipotecas ¿Recuerdan?
Las apuestas de futuro no siempre son al alza. Puede apostarse, invertirse, a la baja. Esos bajistas que ya se han llevado por delante el valor en bolsa de algún banco o alguna empresa, pueden jugar en este mercado. Y este es el vínculo de contaminación entre la moneda virtual y la economía real.
La gente todavía usa bitcoin y otras monedas virtuales para realizar pagos de rescate de todo tipo, criminal o no, y comprar productos ilegales en línea, incluidos los que se venden en el mercado de drogas. Una actividad de notables resultados en los últimos años
Inversores Individuales
Los inversores individuales han sido tan activos como los grandes inversores. En Corea del Sur y Japón la gente ha empezado a invertir en monedas, para pasmo de sus gobiernos. Lo hicieron los evasores de capital en Grecia, Portugal y lo están haciendo en Venezuela.
Tanto es así que en Japón se han visto empujados a iniciar la regulación de la moneda. Un factor que contribuiría, por otra parte, al intento nipón de convertirse, frente a Europa y Estados Unidos, en el paraíso de las Fintech, (finanzas basadas en tecnología)
En los Estados Unidos las inversiones no son muy elevadas. China solía ser el país más activo para el comercio Bitcoin, pero las autoridades lo han reprimido este año tanto por la necesidad de evitar la salida de capitales, como por los altos costes de consumo de energía que suponen la creación de la base tecnológica de la moneda (los llamados “mineros” que utilizan auténticas granjas de servidores).
Los intercambios relevantes, incluidos los Corea del Sur y buena parte de los de Japón, son esencialmente no regulados. La falta de supervisión significa que los mercados no están controlados.
La piratería
Uno de los agentes de cambio más grandes del mundo, Bitfinex, ha sido pirateado en numerosas ocasiones y proporciona poca transparencia sobre dónde está guardando su dinero.
Una vez que las personas compran Bitcoin u otras monedas virtuales, a menudo son atacadas por hackers que se han convertido en expertos en penetrar las cuentas de Bitcoin. Lo más importante es que, a diferencia del dinero en una cuenta bancaria, cuando desaparece un Bitcoin, esencialmente no hay forma de volver atrás y ningún seguro cubre su pérdida.
Cuando se lanzó Bitcoin en 2009, se describió como un nuevo tipo de efectivo electrónico. Recientemente, sin embargo, muchos programadores argumentan que está mejor diseñado para servir como una forma de permitir a la gente mantener su dinero fuera del control de los gobiernos y las empresas.
El papel de las otras monedas virtuales
A principios de este año, el sentimiento alcista se centró en Ethereum, una red de divisas virtual que es más adaptable que Bitcoin, especialmente porque permite suscribir contratos.
El precio de Ether, la moneda virtual en la red de Ethereum, ha crecido pero no tan rápido como Bitcoin. Etherum estaba creciendo el sábado un 6,3%, por encima del Bitcoin, pero su valor no superaba los 481 dólares.
Muchos inversores también han puesto su dinero en el mercado. Estas nuevas monedas virtuales están diseñadas para servir a medida que los mecanismos internos de pago en los nuevos emprendedores de software están creciendo.
Sin embargo, este otoño, los reguladores han señalado que planean tomar medidas enérgicas contra las ofertas de monedas.
Miguel de la Balsa