La plantilla de Opel en Figueruelas (Zaragoza) ha salvado su futuro a corto plazo al respaldar el preacuerdo de convenio colectivo suscrito entre la dirección y la mayoría del comité de empresa en un referéndum «histórico» tras la negociación más dura vivida en esa factoría desde que el grupo automovilístico se instaló en 1982.
Esa es la sensación de la mayoría del comité de empresa que firmó el acuerdo con la dirección -UGT, CCOO y Acumagme-, cuyos representantes han mostrado su satisfacción tras una votación en la que han participado 4.959 trabajadores (95 % de la plantilla) y ha ganado el sí con 2.897 votos -el 58,4 % de las papeletas- frente a 2.008 que optaron por el no (el 40,5 %) y 54 en blanco (1,1 %).
El acuerdo laboral, ha afirmado Opel en nota de prensa, asegura a la planta de Figueruelas «su futuro sostenible», que solo se puede construir desde la competitividad y productividad en comparación con otras plantas del grupo PSA del que forma parte, y con el resto de fábricas de la competencia.
A pesar de los «nervios» por el riesgo de que ganara el no, la presidenta del comité, Sara Martín, ha hecho hincapié en que el apoyo al convenio representa la voz de la plantilla y «al menos garantiza un futuro» a la factoría, a la espera de la llegada de la producción del nuevo Corsa, en noviembre de 2019.
«Satisfechos» es, para Martín, el sentimiento que mejor define para la mayoría del comité el resultado de una votación que se ha celebrado en los dos días posteriores a la firma del preacuerdo, alcanzado el lunes a pocas horas del límite marcado por PSA, y en la que la que la plantilla dudaba respecto a las garantías de que el plan industrial para la planta esté vinculado al convenio.
El secretario del comité, Juan Carlos Fandos, ha asegurado que ha sido la negociación «más dura» que ha vivido la fábrica y ha subrayado que el acuerdo es el «necesario», pero no el que le gusta a la plantilla y al comité.
La plantilla refrenda así un preacuerdo firmado a pocas horas de que expirara el plazo de PSA después de que los sindicatos suspendieran la negociación y la empresa anunciara la paralización del proyecto del nuevo Corsa y de inversiones en Figueruelas, aunque la mediación del presidente de Aragón, Javier Lambán, consiguió que retomaran las conversaciones hasta llegar a un preacuerdo.
El convenio colectivo, vigente para el quinquenio 2018-2022 y condicionado a que la compañía diseñe un plan industrial, incluye la congelación salarial este año, la revisión de sueldos en 2019 y 2020 sobre el 50 % del IPC y de hasta el 60 % en 2021 y 2022, que los trabajadores dejen de disfrutar de 5 minutos de su pausa, una rebaja de pluses de un 5 % y la reducción paulatina de los pluses por calendarios especiales.
Ayer comenzaron las votaciones y por la tarde estaban «asustados» porque pensaban que saldría el no y estaba en juego la llegada del Corsa, ha admitido Fandos, quien ha reconocido que la «espina que más duele» es la reducción en el tiempo de la pausa.
Sin embargo, esa medida no se pondrá en marcha «hasta que no pase el primer Corsa por la línea», en noviembre de 2019, ha aclarado el líder de CCOO en la planta, Chema Fernando, que ha defendido el acuerdo, alcanzado en una negociación «contra las cuerdas» y a pesar de las renuncias, porque aunque había razones para votar no, en esa opción «no había futuro».
El secretario general de UGT en Opel, José Carlos Jimeno, ha reconocido que el acuerdo es «duro», pero también «histórico» porque garantiza el futuro de la planta para los próximos diez años al incluir el Corsa.
«El Corsa está en el acuerdo», ha insistido Jimeno, para quien los trabajadores han sabido valorar el acuerdo y votar «más con la cabeza que con el corazón».
Una vez ratificado el preacuerdo, se tendrá que firmar definitivamente entre la dirección y el comité mañana, según los cálculos de Jimeno, y PSA, ha apuntado, tendrá que concretar «pronto» los planes para Figueruelas.
Desde 1982, la factoría de Zaragoza ha fabricado casi 13 millones de coches y 3,5 millones de conjuntos de componentes.
En 2017, con 5.389 empleados a 31 de diciembre, la factoría incrementó su producción un 6 % respecto a 2016, con 382.425 vehículos de los modelos Corsa (196.424 unidades), Mokka X (68.172 unidades), Crossland X (62.885 desde abril), Citroën C3 Aircross (37.034 unidades desde agosto) y Meriva (17.919 hasta marzo). EFE
anh/lsg jla
(foto) (vídeo) (audio)
Estrella Digital