La sequía ha hecho que la producción hidráulica haya bajado un 47,5% respecto al año 2016. Un problema que se agrava para las pequeñas centrales porque el modelo retributivo elimina los recursos si no se aporta una producción mínima.
La asociación de productores de energías renovables (APPA) ha anticipado un recorte de la retribución a las minicentrales de un 25%.
La sequía ha provocado que la generación hidráulica haya pasado del 14,6% de la electricidad en 2016 al 7,3% del 2017.
“Las pequeñas centrales hidráulicas funcionaron unas 1.400 horas, prácticamente la mitad de la estimación oficial de 2.750 necesarias para obtener rentabilidad. La pérdida de la retribución por no alcanzar la producción mínima supone una pérdida adicional del orden del 25%. Este efecto perverso del modelo retributivo viene a sumarse al recorte que ya sufrió el sector minihidráulico con la reforma eléctrica de 2013, que supuso una pérdida del 67% de la retribución regulada“, dice APPA en un comunicado. En algunos casos las pérdidas de ingresos son prácticamente del 100%, advierten.
La sequía ha supuesto la mayor disminución de la generación hidráulica desde que se produjo la moratoria renovable y se modificó el esquema retributivo. Desde 2012, la aprotación hidroeléctrica nunca ha sido tan bajo.
En el comunicado citado, los productores piden medidas excepcionales, similares a las que se adoptan en la agricultura y la ganadería.
Oriol Xalabarder, presidente de APPA Hidráulica, ha declarado a Energy News que no piden “incrementar los costes del sistema, pero sí que se retribuya al sector hidráulico con la partida prevista sin que exista penalización adicional por la sequía que sufrimos”
Miguel de la Balsa