sábado, noviembre 23, 2024
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Los pensionistas toman la agenda y la calle

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Con el argumento de que no se puede consentir que el Gobierno siga empobreciendo a los pensionistas que pierden poder adquisitivo, cuando la economía crece al 3% y los precios se sitúan en el 1,1%, mientras les suben la pensión el 0,25%, se han convocado más de un centenar de manifestaciones en toda España.

Las movilizaciones exigen un modelo público de pensiones eficaz, eficiente y viable, algo que, dicen los convocantes,  es incompatible con la reforma que el Partido Popular aprobó en solitario en 2013, con un índice de revalorización y un factor de sostenibilidad que llevan implícitos el recorte de las pensiones a corto y medio plazo.

Ambas organizaciones sindicales exigen que se afronten soluciones de manera urgente. Medidas como la derogación de la reforma de 2013, el aumento del poder adquisitivo de los pensionistas y la garantía de la viabilidad del sistema público en el marco del Pacto de Toledo y el diálogo social.

En este sentido, reclaman la reforma inmediata de las fuentes de financiación, mediante una nueva recomendación del Pacto de Toledo que permita que el sistema no solo se financie a través de cotizaciones como fuente básica y principal sino también, adicionalmente, con impuestos; y erradicar el déficit de la Seguridad Social acabando con las bonificaciones a la contratación, financiando los gastos de la Seguridad Social desde los PGE y destopando las bases de cotización.

La situación de las pensiones: la brecha de género determinante

Es destacable que las mujeres presentan una tasa cobertura de la prestaciones de desempleo (57%) diez puntos inferior a la de los hombres (67%), y unas prestaciones mucho más bajas como consecuencia de la mayor parcialidad de sus prestaciones (el 68% del total de éstas las perciben mujeres) y el elevado volumen de subsidios (ellas perciben el 54% del total) frente a prestaciones contributivas.

Distintas organizaciones han denunciado que la primera brecha en materia de pensiones radica en que las mujeres carecen en su mayoría de “pensiones propias” de jubilación, siendo la pensión de viudedad la mayoritaria entre ellas. A pesar de que las mujeres representan el 51% del total de pensiones reconocidas hoy en nuestro país, en el caso de la pensión de jubilación este porcentaje sólo llega al 37%.

De igual modo sufren una brecha en la cuantía de estas pensiones. Las pensiones medias en vigor que perciben las mujeres tienen una cuantía (725 euros) que es un 36% más baja que la de los hombres (1.147 euros). Esta misma diferencia se mantiene también en el caso de las pensiones de jubilación en vigor.

Un informe presentado por CCOO muestra cómo el crecimiento que en las últimas décadas ha registrado la presencia de la mujer en el mercado de trabajo, junto a la adopción de diversas medidas legislativas impulsadas entre otros por las organizaciones sindicales en el marco del Pacto de Toledo, han contribuido a la reducción de esta brecha, pero aún de un modo claramente insuficiente.

En la actualidad, las nuevas pensiones de jubilación que se han reconocido en 2017 siguen manteniendo una brecha de género tanto en el número de pensiones (39,52%) como en la cuantía de las mismas (22,11%).

Esta disminución parcial, aún muy insuficiente, de la brecha en las nuevas pensiones, tiene distintas causas.

El mayor número de mujeres que accede a la pensión de jubilación, casi un 40% en 2017, frente a menos de un 34% en 2013. La mejor evolución media de las pensiones de las mujeres, que crecen al 3,5% frente a un crecimiento del 0,52% en la pensión media de los hombres.

Todo ello influido por las distintas medidas adoptadas, especialmente en materia de pensiones, para intentar reducir la brecha de protección social (períodos cotizados por cuidado de hijos.

Exigencias

Defensa del sistema público de pensiones; revalorización de las pensiones en base al IPC; derogación del factor de sostenibilidad actual son las principales demandas de las manifestaciones convocadas.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha supeditado una posible subida de las pensiones, sobre todo de las mínimas y las de viudedad, a la aprobación de los Presupuestos de 2018.

Esto convierte de facto el debate sobre las pensiones en un arma para lograr que PNV y Ciudadanos acaben de dar su apoyo al Ejecutivo y le permitan sacar adelante unas cuentas públicas en las que está en juego, no solo la gestión económica del Estado, sino la viabilidad del propio Gobierno.

Rajoy acudía al debate monográfico sobre pensiones en el Pleno del Congreso de los Diputados acorralado por una oposición que, en bloque, le demandaba subir las pensiones con el IPC o, al menos, revisar la actual fórmula de revalorización. Sin embargo, con este planteamiento, Rajoy se ha zafado de la presión y ha puesto la pelota en el tejado de la oposición. Ofrece a cambio centrar las ayudas en el IRPF en pensionistas y familias, y una mejora de las pensiones mínimas y las de viudedad.

Durante su discurso en el pleno del Congreso en el debate monográfico sobre pensiones, Rajoy ha pedido a los grupos parlamentarios trabajar «desde este momento para alcanzar un acuerdo a lo largo de la tramitación» de los Presupuestos que serán aprobados en el Consejo de Ministros antes de finales de marzo.

Redacción

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