«Que soy idiota es evidente porque estoy aquí», ha ironizado, «pero soy más idiota por invertir 20 millones de euros en Bankia sabiendo que las cuentas eran falsas; tenía que haber vendido y no lo hice». Las acusaciones particulares atribuyen a López Madrid falsedad contable además de estafa a inversores.
El Grupo Villar Mir invirtió casi 20 millones de euros en Bankia a través de las compañías OHL, Ferroatlántica y Fertiberia, y perdió la totalidad de su inversión, ya que como inversor institucional no tuvo derecho a reclamar por las pérdidas, como sí pudieron hacer los pequeños accionistas.
Las cuentas de Bankia las veía el Consejo de Administración de forma regular y no representaban «ninguna sorpresa», en febrero se ven las cuentas del segundo semestre y en octubre las del primero, «sólo había que sumar», y «lo sorprendente es que nos hubieran mostrado algo distinto».
También ha declarado hoy el exconsejero y abogado del Estado José Manuel Serra Peris, que al igual que López Madrid ha defendido la validez de las cuentas, y ha reconocido que le parece asombroso que los informes periciales consideren falsas las cuentas de las siete cajas que dieron lugar a Bankia.
Es «materialmente imposible» que se pudieran falsear, porque las cuentas «son las mismas las que entran que las que salen» y un Consejo de Administración no puede realizar estimaciones, «como no cambiamos ni una sola coma, número o decimal, no las hemos manipulado».
La única explicación, ha señalado, es que «las que nos presentaron en el consejo ya estuvieran mal», y aunque él votó favorablemente a la reformulación «motivé mi voto», ya que se trata de una práctica cuanto menos «sorprendente».
Sí ha admitido que «discrepó públicamente», y lo hizo constar en acta, con el pan de saneamiento de la entidad, y al día siguiente de conocer los detalles -más de 22.000 millones de euros de ayudas públicas- dio orden de vender las acciones de Bankia que había comprado.
Redacción