Desde el pasado 25 de marzo, las entidades ya comercializan las cuentas de pago básico para el resto de ciudadanos, con una comisión máxima que no puede superar los tres euros mensuales.
En el caso de los colectivos más vulnerables, serán gratuitas este tipo de cuentas, que permiten realizar servicios como tener domiciliada la nómina, disponer de una tarjeta de débito, retirar efectivo en cajeros y hacer transferencias dentro de la Unión Europea.
Para determinar si una persona se encuentra en situación de vulnerabilidad se evaluará la renta y el número de miembros de la unidad familiar utilizando el indicador de rentas de efectos múltiples (IPREM).
Asimismo, se tendrá en cuenta el patrimonio distinto de la vivienda habitual o los derechos reales sobre la misma, de modo que no se considerará que concurre en especial vulnerabilidad cuando alguno de los miembros de la familia sea titular de sociedades mercantiles u otros bienes inmuebles.
Para acreditar todos estos datos, el cliente deberá presentar algunos documentos como el libro de familia o el certificado de rentas.
El comparador Kelisto.com recuerda que en el mercado ya existían cuentas corrientes gratuitas, sin límite de operaciones, que apenas exigen que el cliente cumpla con ningún requisito.
Redacción