El Gobierno norteamericano anunció este miércoles la imposición a partir del 18 de octubre de un arancel del 25 % a los vinos tranquilos de menos de 14 grados y envasados procedentes de España, Francia, Alemania y el Reino Unido, entre otros productos.
En un comunicado, la patronal bodeguera ha precisado que, por tanto, quedan excluidas categorías como los espumosos o los vinos generosos.
Su director general, José Luís Benítez, ha lamentado que «de nuevo, el vino español sea objeto de represalia en un conflicto comercial internacional en el que no tiene nada que ver».
Tras mantener contacto con las distintas administraciones, ha reclamado al Gobierno y a la Comisión Europea que «redoblen los esfuerzos para alcanzar una solución negociada con Estados Unidos» para evitar unas medidas «muy perjudiciales para el sector del vino español», en uno de sus mercados «más interesantes a nivel de valor y con mayor recorrido futuro».
Para Benítez, es una decisión «arbitraria e injusta» que «no solo afecta a las bodegas españolas y europeas, sino también a importadores y consumidores estadounidenses que se verán afectados por los nuevos aranceles».
Mientras se resuelve la situación, la FEV ha solicitado a las administraciones que estudien posibles medidas para apoyar a los afectados y compensar los efectos negativos que van a generar los aranceles adicionales.
La patronal española está trabajando de manera coordinada con el Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) -junto al resto de países afectados- para trasladar los mismos mensajes a las autoridades europeas competentes en la materia.
Estados Unidos anunció este miércoles que el 18 de octubre empezará a imponer aranceles a la UE, con mayor peso a cuatro países, entre ellos España, tras el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a favor de Washington en una prolongada disputa comercial.
La OMC determinó que Washington puede imponer a la UE sanciones comerciales por valor de 7.500 millones de dólares (unos 6.900 millones de euros) anuales, pero la Oficina de Comercio Exterior explicó que, de momento, se impondrán aranceles del 10 % a las aeronaves civiles grandes que el bloque comunitario vende a EE.UU. y del 25 % a ciertos productos agrícolas.
Entre los productos que se verán afectados por los gravámenes figura el queso fresco, las aceitunas, el aceite de oliva y productos porcinos de origen español, alemán y británico; así como el vino, de acuerdo con una lista distribuida por la Oficina de Comercio Exterior; también se verán afectados los yogures, la mantequilla, las cerezas y los melocotones.
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