Durante unas jornadas de comercio organizadas por la asociación Barcelona Oberta, González se ha mostrado preocupado por la cantidad de disturbios y situaciones «anómalas» que se han vivido en Barcelona y Cataluña en las últimas semanas, lo que ha afectado a sectores muy importantes, como el turismo o la hostelería, «que han sufrido las consecuencias de la inestabilidad» y pérdidas económicas tangibles.
Pese a que se ha mostrado optimista sobre el futuro de Barcelona por la buena imagen que tiene, ha lamentado que este tipo de situaciones, a la que también ha añadido la cantidad de hurtos que sufre la ciudad, «nos perjudican».
Sin embargo, cree que, dentro de todo, Barcelona es una ciudad segura, donde se puede caminar por la calle, y ha puesto en valor, entre otras cosas, los museos extraordinarios que tiene, aunque ha reclamado una «ley de mecenazgo potente» para potenciar las colecciones importantes que hay en Cataluña y puedan verse en los museos.
Por su parte, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha recordado que patronales y sindicatos se pusieron de acuerdo en pedir estabilidad para Cataluña y cree que los políticos deberían seguir «este ejemplo».
Ha asegurado que, en la nueva etapa que se abre después de la sentencia del ‘procés’, hay que apostar al máximo por la capitalidad de Barcelona e intentar desde la sociedad civil potenciar la imagen de la ciudad para que se convierta en capital mundial de la innovación.
Sánchez Llibre ha destacado que el comercio es un sector estratégico para la economía catalana, ya que representa el 15 % del PIB catalán.