En la primera sesión de control al Gobierno en la XIV Legislatura que se ha celebrado este martes en el Senado, Calviño ha negado que España genere desconfianza a los mercados y a los inversores, y ha reiterado que el Gobierno «está firmemente comprometido con el respeto de las reglas y la disciplina fiscal».
«Con la reducción del déficit y de la deuda lo más rápidamente posible sin poner en riesgo el crecimiento económico y el empleo. Por supuesto que España es un país estable», ha dicho, tras responder la pregunta del senador del PP José Manuel Barreiro que le ha interpelado sobre la desconfianza que puede generar un cuadro macroeconómico con un déficit más flexible.
Barreiro ha reprochado a Calviño que el Consejo de Ministros haya aprobado hoy una reducción de dos décimas del crecimiento económico previsto para este año, hasta situarlo en el 1,6 % y un incremento del déficit público hasta el 1,8 % del producto interior bruto (PIB).
«Creí que usted iba a aguantar el tirón y sería la representante de una cierta ortodoxia económica», le ha recriminado, al tiempo que ha criticado que la flexibilización de las metas de déficit respondan a una petición obligada de «sus socios de gobierno, los populistas» y «al coste» de pactar con los independentistas.
Calviño ha sido muy tajante al añadir que «seguir empeñándose en objetivos irreales e inalcanzables que ponen en peligro el crecimiento económico, no es ortodoxia, es irresponsabilidad».
Además ha afirmado que ayer se reunió con inversores internacionales y todos reiteraron su confianza hacia España, su economía y el Gobierno de coalición.
«Nuestro Gobierno es responsable, que se basa en la realidad», ha zanjado en este debate, en el que también ha abogado por revisar las normas europeas presupuestarias porque son «complejas y se basan en una metodología de variables no observables y que no se compaginan con la realidad económica».
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