Su principal indicador, el Ibex 35, ha bajado el 1,74 %, hasta 6.659,9 puntos, con lo que encadena dos jornadas en rojo -viernes y lunes- después de tres en verde -del martes al jueves de la semana pasada-.
El selectivo de la Bolsa española acumula un descenso del 30,26 % en lo que va de año y del 23,65 % en marzo, que puede convertirse mañana en el peor mes de su historia.
El resto de las grandes bolsas europeas, que habían abierto en rojo -al igual que Madrid- se han dado la vuelta y han cerrado en verde impulsadas por la apertura al alza de Wall Street.
Londres ha ganado un 0,97 %; Fráncfort, un 1,90 %; París, un 0,62 %; y Milán, un 0,30 %.
Previamente, en Asia, Tokio había bajado un 1,57 %; Hong Kong, un 1,32 %; y Seúl, un 0,04 %, a pesar de las nuevas medidas de estímulo puestas en marcha por el banco central chino.
Los analistas consideran que la volatilidad continuará siendo la tónica dominante en los mercados bursátiles hasta que se pueda determinar el impacto real de la epidemia de coronavirus en la economía.
Según Pimco, uno de los mayores gestores de fondos de mundo, es prácticamente seguro que Europa experimente una recesión muy profunda durante la primera mitad del ejercicio, con caídas de dos dígitos del PIB en términos anualizados.
No obstante, Pimco considera que la recesión no tiene por qué ser larga y puede ir seguida de una fuerte recuperación, en «U» o en «V», siempre que la expansión del virus se contenga en un horizonte de tiempo razonable y se de una respuesta política «bien calibrada» para evitar un daño económico prolongado.
En la misma línea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido hoy de que «una profunda recesión en Europa es ya inevitable» en 2020, ya que cada mes de cuarentena económica resta un 3 % al PIB anual.
En el mercado petrolero, los precios han vuelto a desplomarse por la caída de la demanda y la guerra de precios desencadenada por Arabia Saudí.
El Brent, el crudo de referencia en Europa, cae un 6,7 %, hasta poco más de 26 dólares por barril, su nivel más bajo desde 2003.
El precio del Texas, referente en EEUU, se hunde un 8 % y se sitúa por debajo de los 20 dólares por barril.
Jeffrey Currie, de Goldman Sachs, cree que el consumo de petróleo está sufriendo un revés dos veces mayor que el de la actividad económica y calcula que la demanda caerá esta semana en 26 millones de barriles diarios, un 25 %, según Dow Jones.
Michel Salden, de Vontobel Asset Management, considera que los precios se derrumbarán aún más por el exceso de oferta en el mercado y el limitado almacenamiento disponible. «Simplemente no habrá compradores en el mercado al contado», apunta.
Según Salden, cuando los volúmenes comercializados bajen, las presiones sobre las finanzas fiscales saudíes y rusas se dispararán. «Por ello, creemos que la guerra de precios entre Arabia Saudí, Rusia y EEUU llegará a su fin en los próximos meses», explica.
El oro, uno de los activos considerados refugio, baja un 0,8 %, hasta 1.640 dólares por onza. En momentos de extrema incertidumbre, los inversores venden incluso los activos más seguros y optan por la liquidez total.
En el mercado de deuda, el interés exigido al bono español a diez años sube hasta el 0,58 % y la prima de riesgo (diferencia con la rentabilidad del bono alemán del mismo plazo) se sitúa en 109 puntos básicos.
Desde que el Banco Central Europeo (BCE) puso en marcha su programa de compra de deuda, pública y privada, de 750.000 millones de euros, las primas de riesgo de los países europeos periféricos se mantienen bajo control.
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