Durante su intervención en la junta -la primera que se celebra de forma totalmente telemática y es retransmitida desde la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid)-, Botín también ha explicado a los accionistas la decisión de cancelar el dividendo de 2019 y 2020, siguiendo la recomendación del BCE.
«El COVID-19 es una crisis sanitaria global que está derivando en una crisis económica y social sin precedentes» y por ello «la respuesta debe ser de todos y cada uno de nosotros», ha dicho Botín, que también ha recordado con emoción a todos los enfermos y a las víctimas, entre ellas el presidente de Santander Portugal, Antonio Vieira, «un gran amigo».
Botín ha explicado que la cancelación de ambos dividendos, el complementario de 2019 y el correspondiente a 2020, permitirán al banco disponer en total de «90.000 millones de euros de crédito adicional disponible» para ofrecer a familias y empresas.
«Apoyando a las empresas y a las familias ahora, ayudaremos a la economía a recuperarse más rápido, a las personas a volver a sus trabajos y a generar el crecimiento que impulsará nuestro negocio y generará retornos a nuestros accionistas en el futuro», ha dicho.
También los gobiernos «deben proporcionar a las empresas y los hogares la liquidez que necesitan para aguantar los próximos meses y así hacer que la crisis económica sea lo más breve posible y se evite la destrucción del tejido empresarial del país».
«La mayoría de las empresas necesitan el apoyo del Gobierno para poder mantener los empleos en un entorno en el que la actividad se ha desplomado. Ésta es la mejor vía para salir rápidamente de la crisis económica derivada de la crisis sanitaria», ha dicho.
Entre todos, colaborando autoridades y sector privado como se ha hecho hasta ahora e igual que han hecho algunos países «que van por delante», se debe planificar cuanto antes la vuelta al trabajo de los más jóvenes y de aquellos que ya estén inmunizados, y al mismo tiempo asegurar que los más vulnerables a la enfermedad permanezcan protegidos.
«Esta crisis global exige una respuesta global y coordinada» y la misión de la banca es «contribuir al progreso de las personas y las empresas tanto en los buenos como en los malos momentos», ha defendido Botín.
La entidad no hará ningún expediente de regulación de empleo en España y en otros países mientras dure la crisis, pues es «esencial» que las personas que trabajan en el banco puedan contar con su sueldo para superar la crisis y ayudar a los que tienen cerca.
Botín ha recordado que la entidad ha creado un fondo de al menos 25 millones de euros para comprar y donar equipamiento y material sanitario y ayudar a contener la expansión del virus, dotado con un recorte de la retribución del equipo directivo y del Consejo y de aportaciones voluntarias de los empleados.
De momento, han aportado 2.000 camas al hospital de campaña construido en IFEMA en Madrid, han adquirido 2 millones de mascarillas y 500 respiradores no invasivos que ya están «en manos del Ministerio de Sanidad de España para su distribución», y han destinado otros 2 millones de euros a comprar más respiradores para los hospitales.
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