En una entrevista en la SER, la titular de Trabajo ha explicado que este tipo de ERTE podrá «reconfigurarse» hacia uno por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción o por otras causas si «cuando pase el estado de alarma hay empresas que siguen necesitando» este tipo de medida.
El actual ERTE por fuerza mayor está vigente solo durante el tiempo que esté decretado el estado de alarma y exime a la empresa del pago de cotizaciones sociales de sus trabajadores, mientras que en el aplicado por causas económicas, técnicas, organizativas o de la producción la compañía debe seguir abonando las cuotas sociales.
Con la aplicación de un ERTE hay una compromiso por parte de la empresa de mantener el empleo durante los seis meses siguientes, ha dicho Díaz, al tiempo que ha recordado que «no se puede despedir» mientras dure el estado de alarma.
«Yo no puedo faltar a la verdad. Las normas que estamos instaurando son excepcionales y una vez que salgamos del estado de alarma continúa el ordenamiento jurídico antecedente», ha dicho la ministra.
No obstante, ha añadido que el Gobierno «tomará las medidas que sean necesarias», porque «la estructura del mercado laboral español se resiente siempre por el mismo lugar: contratos temporales, parcialidad y precariedad».
Durante la entrevista ha asegurado que incluirá entre los supuestos a proteger con el subsidio extraordinario aprobado esta semana a las personas que hayan perdido su empleo por no haber superado el periodo de prueba y no hubieran generado los derechos para percibir una prestación por desempleo.
Además, ha añadido que el Gobierno está «trabajando con intensidad» en el ingreso mínimo vital, para el que está siendo necesario reordenar las múltiples prestaciones en la Seguridad Social, y ha dicho que espera que se apruebe próximamente, aunque no ha dado fechas.
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