Así lo ha señalado este jueves el presidente de la entidad, José Luis Yzuel, quien junto a representantes de la patronal de empresas de gran consumo (Aecoc) y de la industria alimentaria (FIAB) ha presentado una guía que detalla las medidas concretas a adoptar en los establecimientos para garantizar la seguridad de empleados y clientes frente al coronavirus.
«En Sanidad no tienen el hábito de consultar a nadie, y en absoluto están ungidos de la verdad absoluta», ha advertido Yzuel, quien ha avanzado que en las conversaciones iniciales mantenidas con el Ejecutivo la idea era reducir el aforo al 70 % de la capacidad habitual, muy por encima de la cifra fijada finalmente.
«Fue una sorpresa, cuando vi al presidente del Gobierno hablar (en alusión al martes 28, en la intervención de Pedro Sánchez para presentar las fases de la desescalada), pensé que se había equivocado», ha reconocido el dirigente patronal.
La guía presentada hoy -que será analizada por el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y los sindicatos- no establece un porcentaje concreto de aforo y apuesta por que dependa de cada establecimiento en función del tamaño y sus condiciones, garantizando siempre que se respete una distancia de seguridad de entre un metro y metro y medio.
Desde Hostelería de España han citado como ejemplo el caso de los autobuses urbanos de Madrid, donde se deja un asiento libre entre pasajeros, distancia según sus datos inferior incluso a un metro y que se asemeja por la forma de sentarse en la barra de un bar.
En opinión de la patronal, con estas medidas habría locales y terrazas que podrían incluso encontrarse al 100 %, dependiendo fundamentalmente del espacio entre mesas.
Yzuel ha advertido de que existe una «corriente» dentro del sector que aboga por no reabrir -el 11 de mayo las terrazas y a partir del 25 el interior de los bares- hasta que cambien las condiciones exigidas, que consideran «absolutamente inviables» en términos de rentabilidad.
«Somos un sector con el agua al cuello. Puede que estemos ante una reconversión como la que pasaron la minería, las navieras o el carbón. Tenemos una previsión tremenda de cierres (en torno a 85.000 de los más de 300.000 establecimientos repartidos por todo el país), igual habría que dar ayudas directas», ha planteado.
El presidente de la patronal ha propuesto igualmente una bajada del IVA al sector y ha criticado duramente al Ejecutivo por no haber consensuado con éste las medidas a tomar durante la desescalada, además de censurar la «falta de sensibilidad» de la titular de Trabajo, Yolanda Díaz.
El director general de Aecoc, José María Bonmatí, ha incidido, por su parte, en que el principal fallo de la desescalada propuesta por el Gobierno para la hostelería es que plantea fechas «sin solucionar antes otros temas» como la flexibilización de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), el pago de los alquileres comerciales o los microcréditos para pymes.
«No son realistas las restricciones en materia de empleo en estas circunstancias», ha recalcado Bonmatí, quien ha abogado por una recuperación progresiva de las plantillas conforme los niveles de ventas se normalicen.
Desde FIAB, su director general, Mauricio García de Quevedo, ha recordado el peso clave en la economía española del sector de la hostelería -el canal supone de media el 30 % de los ingresos de la industria alimentaria- y ha pedido evaluar medidas como un IVA superreducido del 4 % y la puesta en marcha de campañas que ayuden a fomentar el consumo tras el confinamiento.
La guía presentada hoy de cara a la reapertura de la hostelería incluye instrucciones a seguir en cocina, sala, terrazas y servicios de envío a domicilio, entre otros.
Entre sus recomendaciones incluye el uso de mantelería y utensilios de un solo uso, evitar las cartas de menú tradicionales y proporcionar gel desinfectante a los clientes.
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