Garrido, que ha hecho estas consideraciones en la primera cumbre «Nueva normalidad en Horeca», celebrada «online» este lunes y organizada por Aplus Gastromarketing y Facyre, ha subrayado que el Gobierno ha demostrado ser sensible a la presión, «lo fue con el cine y con los concesionarios de automóviles» por lo que ahora toca «presionar» al colectivo de la hostelería, que es «importantísimo desde el punto de vista económico y social».
El presidente de CEIM y vicepresidente de CEOE ha puesto el ejemplo del presidente de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, que ha estado «dando caña» desde el primer día: «Conseguía una cosa y más caña» y eso es lo que vale para este Ejecutivo, ha insistido.
Garrido ha explicado que la relación con el ministerio de Industria, Comercio y Turismo es «excelente» pero al final quien toma las decisiones son los ministerios de Sanidad y Trabajo, «con lo cual la interlocución es infinitamente más difícil».
El responsable de CEIM ha reconocido que el 30 de junio el sector de la hostelería, las compañías aéreas, los comercios vinculados al turismo no van a estar al cien por cien de su capacidad y por eso hay que hacer «mucha presión» porque «la gente está muy sensibilizada con el problema que tenéis . Bares restaurantes y cafeterías son parte de todos nosotros».
Garrido ha llamado a «aprovechar» el momento y ha garantizado su apoyo como presidente de los empresarios madrileños. «Voy a estar a vuestro lado», ha aseverado.
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