De ahí que el Gobierno español, junto con Italia, hayan pedido a la Comisión Europea que el levantamiento de las restricciones de desplazamientos en las fronteras comunitarias se haga de forma coordinada y no discriminatoria entre todos los Estados miembros, según criterios epidemiológicos «comunes, claros y transparentes».
Esto debe aplicarse también a la puesta en marcha de corredores turísticos, que deben estar en todo caso «bajo un paraguas europeo».
En los próximos meses España va a recibir de nuevo a millones de viajeros, ha dicho Sánchez, y España, que es «un país seguro frente al delito, debe serlo también frente al COVID-19», por lo que ha pedido «hacer de la prudencia una forma de vida, para evitar un retroceso».
Respecto a la posibilidad de hacer a los visitantes test de coronavirus, ya sea en origen o en destino, Sánchez ha aclarado que es un debate que «debe sustanciarse primero con la Unión Europea, con las aerolíneas, con las agencias de turismo», y se ha mostrado convencido de que «en los próximos días» se dará respuesta segura al conjunto de turistas.
También se ha referido a la decisión alemana de restringir a sus ciudadanos los viajes a España, que entiende que depende de la cuarentena impuesta aquí a los visitantes extranjeros, una «medida extra de control», que cuando se levante permitirá la entrada de turistas.
El 1 de julio, ha recordado, volverá a España el turismo extranjero, de ahí que resulte «esencial contar con protocolos de seguridad armonizados».
Estrella Digital