Así lo ha explicado este lunes en declaraciones el secretario general de la entidad, Emilio Gallego, quien ha reconocido que con el fin del estado de alarma el sector entra ahora en un momento «distinto» y de mayor actividad, aunque la situación «sigue siendo complicada».
«Hay diferencias muy grandes entre territorios. Tenemos zonas turísticas sin turistas y zonas de oficinas sin oficinistas, y la consecuencia de ello en algunos casos es desastrosa. Incluso aunque algún establecimiento pueda abrir, ¿para qué hacerlo si no hay movimiento?», ha planteado Gallego.
En su opinión, la opción del teletrabajo está «sobrevalorada», ya que si bien ha sido una alternativa útil por el estado de alarma y el confinamiento, en esta nueva fase «no puede ser una solución definitiva» debido a las características del sistema educativo y productivo español.
«Lo mejor para todos es volver a la normalidad y que haya el teletrabajo que tenga que haber, pero que no sea lo que ocurre en todas las empresas como en estos días», ha defendido.
El secretario general de la patronal ha incidido en que los ciudadanos «deben volver a su vida como antes pero incorporando las precauciones higiénico-sanitarias» necesarias para evitar nuevos repuntes de casos de COVID-19, y ha recordado que también han pedido al Ejecutivo que se realicen test rápidos en aeropuertos a los turistas para ayudar a dar confianza.
Gallego ha instado a las autoridades a incentivar el consumo por medio de bonos para gastar en hostelería, y ha citado como ejemplo el caso de Galicia, donde la Xunta ha propuesto entregar cheques de 250 euros a los sanitarios de la región.
«Dicen que es una medida electoralista, ojalá hubiera más así», ha considerado el dirigente patronal, quien ha insistido en que es necesario «empujar» el consumo para evitar el cierre de empresas y, por ende, la destrucción de empleo.
«Esos bonos hacen que la gente se mueva del sillón. Es mejor aplicar recursos a reactivar la demanda que a pagar subsidios, al final el gasto se va a tener que realizar igual», ha argumentado.
Según sus datos, la ocupación de las terrazas está siendo sensiblemente más alta que la que se registra en el interior de los locales desde que se permitiera reabrir en sala.
Además, la actividad en el sector dista todavía de parecerse a la de antes de la pandemia, ya que sigue sin haber «ni desayunos ni comidas» y se concentra por la tarde y los fines de semana.
Desde la patronal calculan que entre un 15 y un 20 % de los más de 300.000 establecimientos hosteleros del país «corren grave riesgo de no abrir sus puertas» tras esta crisis, y exigen al Gobierno mejorar la financiación para que llegue a las microempresas y alargar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) como mínimo hasta septiembre. EFE
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