La última caída del euríbor se registró en febrero (hasta el -0,288 %), ya que luego subió en marzo (-0,266 %), en abril (-0,108 %) y en mayo (-0,081 %).
Aunque aún falta por conocer los datos de las últimas sesiones del mes, la tasa media mensual del indicador baja hasta ese -0,138 %, frente al -0,081 % de mayo, cuando registró niveles no vistos desde diciembre de 2016.
Los expertos atribuyen la caída del indicador a la nueva intervención del Banco Central Europeo (BCE) que, a principios de mes, anunció la ampliación de su programa de estímulos monetarios en la eurozona por el impacto de la pandemia de la COVID-19.
Gracias a las medidas del BCE, las tensiones en el mercado interbancario se han reducido y el euríbor ha girado a la baja.
Aunque el euríbor se ha situado cerca de cero, los expertos siempre han descartado que fuera a cotizar en terreno positivo este año.
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