Esta nueva línea de avales es independiente de la de 100.000 millones habilitada para que las empresas afrontaran, principalmente, problemas de liquidez generados por el parón de la economía tras decretarse el estado de alarma para frenar la expansión del coronavirus.
Ahora, sin embargo, se trata de poner a disposición hasta 40.000 millones en avales para que la banca conceda más fácilmente, con garantía del Estado, financiación a las empresas que ya podrían estar pensando en invertir.
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