Trabajo detalla que este «nivel máximo de protección» es el resultado de sumar las prestaciones de quienes estaban desempleados antes de la crisis sanitaria, quienes han perdido su empleo como resultado de esta y las personas que se encuentran afectadas por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
Del importe total de prestaciones abonado en mayo, 3.318 millones se dedicaron a pagar prestaciones por ERTE y 2.208 millones a prestaciones por desempleo, tanto a nivel contributivo como asistencial.
Trabajo señala que en mayo recibió 2,8 millones de solicitudes de prestación, un 330,7 % más que en el mismo mes del año anterior, y que se tramitaron 2,3 millones, un 270,2 % más.
Al cierre de mayo, había 4,95 millones de beneficiarios, un 183,5 % más, con una cobertura del sistema de protección por desempleo del 134,8 %, una tasa que supera el 100 % debido a que quienes reciben prestaciones contributivas por ERTE no computan como parados.
El gasto medio mensual por beneficiario, sin incluir el subsidio agrario de Andalucía y Extremadura, se situó en 1.129,2 euros y la cuantía de la prestación contributiva, en 817,2 euros.
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