De Guindos ha participado este jueves en la última sesión de los diálogos «Salvemos el turismo», organizados por el grupo Hotusa y en la que también ha intervenido el presidente de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre.
Estos planes de actuación, ha dicho De Guindos, deben tener en cuenta tanto el principio de digitalización como la transición hacia una economía baja en carbono.
Esta condicionalidad de los recursos, ha dicho el vicepresidente del BCE, se da «siempre que hay una transferencia de recursos comunitarios», pero ha enfatizado que «no tiene nada que ver con las famosas ‘troikas’ de hace 10 o 12 años».
«Evidentemente va a haber una vigilancia, porque no puede ser de otro modo», ha sostenido.
Con todo, Luis de Guindos ha señalado que «los más interesados» en que los recursos se gasten bien «tienen que ser los países que van a ser receptores netos de este fondo».
Por otro lado, ha indicado que, en un país como España, en el que el peso del turismo en el producto interior bruto (PIB) se sitúa cerca del 13 %, el sector «hará un esfuerzo importante para aportar ideas al Gobierno de España que se recojan en el plan de actuaciones y se remitan a Bruselas».
«Bruselas será consciente de las necesidades del sector turístico y de que el sector turístico es vital para una economía como la española», ha apuntado al respecto.
El vicepresidente del BCE y exministro de Economía ha señalado que de no ser por el «paraguas europeo» la prima de riesgo española «se habría disparado» y España habría tenido «enormes dificultades» para financiarse y para sostener el Estado del Bienestar.
En este acuerdo, ha dicho De Guindos, «no ha habido ni ganadores ni perdedores», sino «un ganador, que es el interés europeo y el interés español».
«Que se utilice bien el dinero va en el interés de todos», ha afirmado el vicepresidente del BCE, un fondo que ha dicho que es «el principal elemento de tranquilidad para que el proceso de integración europea continúe».
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