Según los datos obtenidos del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el recibo para un consumidor tipo -con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora (250 KWh al mes), acogido a la tarifa regulada o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC)-, se ha situado en julio en 50,07 euros (2,06 euros más que en junio).
En julio, la factura de la luz vuelve a subir, después de hacerlo un 4,3 % en junio y un 3,18 % en mayo, tras el desplome habido en febrero, cuando cayó un 7,35 % respecto al mes precedente; a lo que siguió un nuevo descenso del 3,4 % en marzo y una caída del 7,96 % en abril, meses en que tanto la pandemia como la caída de los precios en el mercado mayorista tuvieron reflejo en el recibo.
El año 2020 comenzó con un ascenso en la factura del 4,6 %, que se vio interrumpido en febrero, marzo y abril, para ya en mayo, con una mayor reanudación de la actividad económica al empezar a aplicarse una desescalada de las medidas impuestas el 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, que terminó el 21 de junio, volver a retomar la senda de las subidas mensuales, aunque en términos interanuales en julio la caída sigue siendo de más del 10 %.
De hecho, en julio, pese a la subida, el recibo de la luz es 6,36 euros más barato que en el mismo mes del año pasado.
También se están recuperando los precios de la luz en el mercado mayorista y en julio el precio medio diario ha sido de 34,64 euros/megavatio hora (MWh), un 13,1 % superior al de junio, según el Barómetro Energético de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía, AEGE.
No obstante, sigue siendo muy inferior (el 32,7 %) al de julio de 2019.
Hasta la fecha y teniendo en cuenta las cotizaciones de los futuros de la electricidad hasta fin de año, el mercado eléctrico cerraría en 2020 con un precio medio de 33,6 euros/MWh, un 29,6 % menor que el de 2019.
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