La fusión de manera oficial de Caixabank y Bankia empieza hoy, con la aprobación por parte de los consejos de administración de ambas entidades de la operación. Una vez que ha quedado claro, como va a ser el reparto de poderes dentro de la nueva entidad, que se ha confirmado que tendrá una sola marca y en este caso será Caixabank, por tanto el nombre de Bankia desaparecerá definitivamente. El consejo de administración de la entidad resultante estará formado por 15 miembros.
Después de este paso, vendrá la parte más complicada, que será la reestructuración de la nueva entidad con el fin de reducir costes, duplicidades, conseguir mayor eficiencia y ganar mayor músculo para poder afrontar la crisis económica con solvencia, como consecuencia de la pandemia.
El nuevo gigante bancario que surge ahora, tendrá unos activos de 620.000 millones de euros, y se convertirá en la 10 entidad financiera por volumen de Unión Europea. Contará con 6.600 sucursales y más de 51.500 empleados. El ajuste previsto en plantillla, afectará a unos 8.000 trabajadores, que se harán via prejubilaciones a partir de los 55 años, y a través de bajas incentivadas. La mayor duplicidad de oficinas , se concentra en Madrid, Levante, donde tenía su origen la antigua Bancaja, embrión de la fusión con Caja Madrid y que permitió que se creara Bankia.
Teniendo en cuenta que la crisis provocada por el Coronavirus, que hará aumentar la morosidad tanto de particulares, autónomos como de empresas, los beneficios contables de la unión de ambas entidades, irán destinadas a la partida de provisiones, que en un primer momento se estima en unos 6.200 millones de euros.
Por otro lado y debido a la implantación del teletrabajo, no es descartable que el cierre de oficinas sea mayor como consecuencia de la digitalización y del mayor uso por parte de los clientes de los dispostivos móviles para poder acceder a su oficina de manera electrónica, sin tener que acudir a una oficina física.
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