Escrivá ha mantenido este viernes una reunión con los presidentes de ATA, Lorenzo Amor, y UPTA, Eduardo Abad, y la secretaria general de Uatae, María José Landaburu, después de avanzar la pasada semana que trabaja en la extensión de la prestación por cese de actividad más allá del 30 de septiembre, si bien se trata de la prestación ordinaria porque la extraordinaria venció en junio.
Amor ha señalado en su cuenta de Twitter que ha trasladado al ministro sus «demandas» y que seguirá negociando a lo largo de la próxima semana «para intentar acercar posturas y que los autónomos tengan un acceso al cese de actividad para quien lo necesite».
«Nos hemos dado esta semana como margen para que nos remitan un documento en el que se exprese ese mecanismo de rescate del trabajo autónomo», ha apuntado Abad en un vídeo tras la reunión.
Ha defendido que la recuperación de la prestación por cese de actividad extraordinaria «será sin duda el mecanismo necesario» para evitar el cierre de «miles» de actividades económicas en los próximos meses.
Por su parte, Landaburu ha subrayado en su cuenta de Twitter que el objetivo es «evitar un apagón en la protección» de los autónomos y estimular su reactivación, por lo que ha instado a recuperar la prestación extraordinaria.
En un comunicado, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha explicado que el objetivo de la reunión era analizar las ayudas para el colectivo puestas en marcha para paliar los efectos de la pandemia, que han permitido el cobro de la prestación extraordinaria por cese de actividad a casi 1,5 millones de autónomos.
Seguridad Social ha detallado que solo en agosto se destinaron más de 154 millones de euros a sufragar las ayudas para autónomos, de las que se beneficiaron 142.973 trabajadores que la compatibilizaron con su actividad y 1.566 autónomos de temporada, a los que se suman 3.528 trabajadores por cuenta propia que percibieron la extinta prestación extraordinaria.
La prestación extraordinaria por cese de actividad puesta en marcha para paliar los efectos de la pandemia se extendió, en forma de cese ordinario y compatible con la reanudación de la actividad, hasta septiembre siempre que se acreditara una reducción de la facturación del 75 %.
También se establecieron exenciones en las cuotas: sin pago en julio y con una rebaja del 50 % en agosto y del 25 % en septiembre.
Asimismo, se creó una prestación para autónomos de temporada, vigente hasta octubre, siempre que el único trabajo desarrollado en los dos años anteriores haya tenido lugar entre marzo y octubre.
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