En lo que va de mes, y aunque aún quedan varias sesiones para conocer el dato definitivo, la tasa media del indicador se sitúa en el -0,504 %, según datos de Bloomberg.
De confirmarse al cierre de febrero, ese nivel sería superior (o menos negativo) que el -0,505 % que marcó en enero, cuando el indicador se anotó su sexto mínimo histórico y, además, quedó por primera vez por debajo de la barrera del -0,5 %.
Asimismo, esta posible subida se producirá cuando se cumplen cinco años de la entrada del euríbor en terreno negativo.
En febrero de 2016, el euríbor se situó por primera vez en una tasa media negativa, del -0,008 %, y desde aquel momento ha mantenido la tendencia gracias a los diferentes programas de estímulo aprobados por el Banco Central Europeo (BCE).
En los últimos meses, la caída del indicador ha sido más acusada ante las nuevas medidas que ha tomado el BCE para hacer frente a la crisis sin precedentes que ha causado la covid-19.
Pese a esta caída libre en la que se había instalado el índice, los expertos ya advertían de que era poco probable que descendiera aún más.
En su opinión, el euríbor se mantendrá en el entorno de ese -0,5 % en los próximos meses, y posiblemente, durante todo el año.
Los analistas explican que el indicador, que representa el interés medio al que los bancos se prestan entre ellos, es difícil que se sitúe muy por debajo de la tasa de depósito del BCE, actualmente en el -0,5 %, que es lo que les cobra esta institución por guardar su dinero.
Aunque eso podría cambiar si la situación económica de la eurozona empeora por la pandemia del coronavirus y el BCE se ve obligado a implementar nuevas medidas de estímulo, lo que podría provocar que el euríbor descendiera aún más.
En declaraciones a Efe, el analista de XTB Joaquín Robles ha recordado que el BCE ya ha manifestado su disposición a seguir apoyando su «política de tipos 0 hasta por lo menos 2023», lo que, en su opinión, garantiza que, como mínimo hasta ese año, el euríbor estará en negativo.
«Cómo de negativo dependerá de la evolución del crédito y, sobre todo, de las expectativas de crecimiento», ha añadido el analista, que, no obstante, para todo este ejercicio, prevé que el indicador siga cotizando entre el -0,40 % y el -0,50 %.
En este sentido, esta semana se han conocido las actas de la última reunión del BCE, celebrada en enero y en ellas se advierte de que las nuevas cepas del coronavirus, más infecciosas, suponen un riesgo para la recuperación de la economía de la zona del euro.
Por ello, considera que las proyecciones macroeconómicas, de crecimiento e inflación, que el personal del BCE hizo en diciembre «podrían ser demasiado optimistas» y que hay riesgos para el crecimiento en el segundo trimestre por los nuevos confinamientos.
Según Robles, las políticas presupuestarias de apoyo económico para 2021 son considerables, pero podrían prolongarse dependiendo de cómo evolucione la pandemia y cuánto duren las restricciones. EFE
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