La entidad ha publicado este lunes su informe trimestral de la economía española, en el que adelanta a finales de 2022 la recuperación del nivel del PIB previo a la crisis sanitaria, mientras que para finales de 2023 estará un 1,9 % por encima del nivel prepandemia.
En línea con las previsiones oficiales, la entidad considera que hacia finales del mes de agosto estará vacunado el 70 % de la población, lo que permitirá avanzar hacia la desaparición de las medidas de contención a finales de 2021 y que la actividad doméstica deje de depender de condicionantes epidemiológicos.
En este contexto también ha mejorado la previsión de la tasa de paro, rebajándola al 15,6 % para 2021, al 14,7 % para 2022 y al 13,7 % para 2023, debido fundamentalmente al efecto de la reciente prórroga de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta septiembre, según ha explicado el director general de Economía y Estadística, Óscar Arce.
Son las previsiones del escenario central de la entidad, que calcula que los fondos de recuperación de la Unión Europea (UE) tendrá un impacto positivo sobre el nivel de PIB de 1 punto porcentual en 2021, 2,4 puntos en 2022 y 1,8 puntos en 2023.
REPUNTE DEL PIB DEL 2,2 % EN EL SEGUNDO TRIMESTRE
Tras la recaída económica del primer trimestre, el Banco de España calcula que el PIB repuntará un 2,2 % entre abril y junio en el escenario central, gracias sobre todo a la mejora del consumo interno, aunque la recuperación de los mercados exteriores también tendrá una contribución positiva.
La recuperación ha ido ganando tracción durante el segundo trimestre a medida que la pandemia ha tenido una evolución más favorable y se ha avanzado en la inmunización de la población.
En consonancia con la actividad ha ido aumentando también el empleo con un incremento de las horas efectivamente trabajadas, si bien la evolución por sectores sigue siendo muy heterogénea, ya que la hostelería sigue aún muy lejos de los niveles previos a la crisis, mientras que en los ámbitos de la educación o la sanidad ya se ha superado.
INCERTIDUMBRE SOBRE LA CAMPAÑA TURÍSTICA DE VERANO
Las perspectivas sobre la temporada turística estival siguen estando rodeadas de «una incertidumbre muy significativa», asociada a la evolución de la pandemia.
También a las restricciones a la movilidad internacional que establezcan nuestros principales mercados emisores (especialmente, el Reino Unido) y al despliegue efectivo del Certificado COVID Digital de la UE.
En este contexto, Arce ha considerado que el turismo internacional estará este verano todavía al 50 % respecto al tercer trimestre de 2019, después de que el año pasado ni siquiera llegara al 20 %.
PERSISTENCIA DE RIESGOS A LA BAJA
Los riesgos a la baja está más equilibrados, pero se mantiene el temor a que aparezcan por el mundo mutaciones más resistentes a la vacuna, con consecuencias adversas sobre la movilidad y los flujos turísticos.
A ello se suma un hipotético repunte de las insolvencias empresariales que acarrease destrucción y restricción del crédito.
Respecto a las presiones inflacionistas, Arce lo ha achacado a factores «coyunturales» como el «efecto escalón» de comparar con los meses más duros de la pandemia o el encarecimiento de productos como la electricidad o los semiconductores, por lo que a partir del próximo año la inflación volverá a tasas similares a las de antes de la crisis.
EMPEORAN EL DÉFICIT Y LA DEUDA PÚBLICA
En el horizonte de proyección habrá una mejora sustancial del déficit público, pero empeora la senda al sumar al déficit de 2021 el impacto de la prórroga de los ERTE y de las últimas medidas de apoyo a las empresas, de forma que llegará al 8,2 % del PIB este año y bajará al 4,9 % en 2022 y al 4,3 % en 2023.
La ratio de deuda pública también empeora, pasando del 120,1 % del PIB de 2021 al 117,9 % en 2022 y al 118 % en 2023.
Estrella Digital