El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha salido a atacar al Gobierno, pidiendo que no actúe con «calentamientos puntuales» ante la situación provocada por la subida del precio de la luz, sin hacer ningún tipo de autocritica y echando balones fuera.
Sánchez Galán se ha referido a este asunto, con críticas a las decisiones que está adoptando el Ejecutivo ante la escalada de los precios, en su intervención en el Foro La Toja-Vínculo Atlántico en un debate sobre el compromiso medioambiental.
A un mes del inicio de la cumbre del clima de Glasgow, el presidente de Iberdrola ha instado a que de ella salgan anuncios claros y compromisos concretos de financiación.
Ha resaltado el papel de Europa en lograr los objetivos de descarbonización y ha elogiado el mercado de derechos de emisión que ha puesto en marcha para que quien contamina pague y esa tasa ayude a los más vulnerables que puedan sufrir las consecuencias del proceso de transición hacia energías más limpias.
«Si a la primera tormentita que tenemos lo estamos cuestionando, estamos cuestionando todo el entramado completo del modelo europeo de descarbonización», ha advertido.
Al hilo de ello, ha defendido actuar en todo momento con medidas coordinadas en Europa porque «lo que no puede ser -ha precisado- es que cada país vaya por su camino y a la primera pequeña tormenta que pueda haber, busque sus soluciones, porque eso lo que hace es desestabilizar todo el sistema».
Por ello, y después de las iniciativas adoptadas o anunciadas por el Gobierno ante la subida de la tarifa eléctrica, ha rechazado «cualquier tipo de medida unilateral, intervencionista o injustificada» y ser muy cuidadosos en el análisis.
«En este momento hay una situación de precios energéticos coyunturales elevados pero no es culpa del CO2, que es un mecanismo con el principio de que quien contamina paga», ha añadido.
Pero frente a ello ha señalado que en España se está «montando algún tipo de legislación para que el contamina paga y el que no contamina paga más».
Tras insistir en que esa no esa la dirección adecuada, ha insistido en pedir «rigor» al analizar la situación y no actuar con «calentamientos puntuales» porque eso tiene «consecuencias muy graves».
Además, ha alertado de que actuar de esa forma ahuyenta a los inversores porque considera que no da seguridad jurídica.
Prueba de cómo están reaccionando los inversores ha dicho que es la destrucción de valor de las empresas energéticas en los últimos meses y que ha recordado que supone más del 3 por ciento del PIB de España.
Sólo Iberdrola ha explicado que se ha dejado 20.000 millones en la bolsa y eso afecta a 600.000 accionistas, la mayor parte de ellos, ha precisado, jubilados.
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