Laboureix, que trabajó en la JUR desde febrero de 2015 a diciembre de 2019 y en la actualidad es el secretario general de la Autoridad de Control Prudencial y Resolución de Francia, ha declarado como testigo en la causa que investiga los dos últimos equipos gestores del Popular.
Según fuentes jurídicas, Laboureix ha asegurado que la JUR no sabía si el Santander iba a hacer o no iba a hacer una oferta por el Popular, y él personalmente en ningún momento tuvo relación con Ana Botín, presidenta de la entidad que finalmente se adjudicó al precio simbólico de un euro.
Laboureix ha relatado que durante la madrugada del 5 de junio de 2017 la actividad en la JUR fue frenética, para enfatizar que el organismo no conocía la intención del Santander de hacer una oferta.
Tampoco ha podido precisar si en alguno de los informes que la JUR recibió del Banco Central Europeo (BCE) sobre el Popular había algún «énfasis negativo» en la posición de solvencia o liquidez del banco, ni con qué personas se reunió en las semanas previas a la resolución.
Sí ha admitido que el BCE les había transmitido que el Popular «estaba haciendo frente a muchas dificultades», y ha rechazado que las declaraciones de la presidenta de la JUR, Elke König, a una televisión agravaran la caída del precio de las acciones o la retirada de depósitos.
A preguntas del titular del juzgado central de instrucción nº 4, José Luis Calama, Laboureix se ha referido a «las propias declaraciones del Popular en las que se solicitaba más tiempo para la venta», según las mismas fuentes.
La causa que instruye la Audiencia Nacional comenzó en octubre de 2017 con la admisión a trámite de varias querellas contra los dos últimos equipos gestores del Popular, incluidos sus expresidentes Ángel Ron y Emilio Saracho, por presuntos delitos societarios. EFE
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