Esta petición, que se limita a las reformas de los impuestos sobre el capital y los beneficios empresariales o los impuestos medioambientales, evitaría «las distorsiones derivadas del hecho de que haya bases fiscales fácilmente deslocalizables», ha señalado en la presentación al Senado de los Presupuestos de 2022.
Para Hernández de Cos, una de las prioridades de la reforma fiscal debería consistir en la «recomposición» de la estructura de ingresos, ya que España recauda menos por IVA que otros países europeos (1,5 puntos de PIB de diferencia en 2009) y menos impuesto de sociedades (0,7 puntos de PIB), pero más en IRPF y cotizaciones sociales.
También ve necesario que el sistema impositivo ayude a reducir los efectos del cambio climático -ya que la recaudación ambiental en 2019 era 0,8 puntos de PIB inferior a la de la media europea- y revisar los beneficios fiscales.
En materia presupuestaria, Hernández de Cos ha advertido de que los ingresos recogidos en los Presupuestos de 2022 están sesgados a la baja debido a un cálculo «optimista» de las cotizaciones sociales y a la posibilidad de un crecimiento económico menor que el previsto.
El gasto público también está sujeto a incertidumbre, debido a la desviación del gasto en pensiones por la inflación y las dudas sobre la ejecución de los fondos europeos. Los riesgos que afectan al cuadro macroeconómico, los ingresos y los gastos se extienden al déficit y la deuda.
El gobernador ha advertido de que el elevado endeudamiento podría convertirse en vulnerabilidad dado que no se descarta que aumente la rentabilidad exigida por los inversores en los mercados financieros, por lo que ha insistido en la necesidad de contar con un plan de consolidación fiscal.
Este plan «debería ser diseñado con rigor y prontitud» para su ejecución cuando la recuperación «sea sólida» y tendría que incluir objetivos presupuestarios, «los detalles de la composición del ajuste» que se va a implementar y los plazos. EFE
Estrella Digital