«Nuestro país debe seguir apostando por la ganadería sostenible, en línea con los ODS de la @Agenda2030Gob y el F2F, y denunciar aquellas prácticas minoritarias que agravan la crisis climática», asegura Díaz en un mensaje que acompaña con la fotografía de unas vacas pastando en un prado.
Sin citar en ningún momento a su compañero de Unidas Podemos en el Gobierno, Díaz da además su apoyo a un Pacto Verde Europeo «socialmente justo» que repercuta «positivamente en la salud pública».
El comentario de la vicepresidenta segunda se produce después de que dos ministros socialistas del Gobierno se hayan desmarcado este miércoles de Garzón por sus palabras en el diario británico The Guardian, en las que aseguró que las macrogranjas «contaminan el suelo, el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados».
Tanto la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, como la de Educación, Pilar Alegría, han coincidido en subrayar que Garzón hablaba «a título personal» y no reflejan la opinión del Gobierno, que apoya al sector ganadero.
Quien sí ha apoyado de forma explícita al ministro de Consumo ha sido el diputado de Unidas Podemos e histórico activista del ecologismo Juan López de Uralde, que ha asegurado que estas instalaciones no son bienvenidas en la España vaciada porque provocan la «ruina» de los pequeños ganaderos.
También, Greenpeace ha recordado que la producción de carne en España ha crecido de forma exponencial «a costa de las destructivas macrogranjas». «Eso es lo que hay que rectificar. Y sí, hay maltrato animal», asegura.
WWF ha mostrado abiertamente su rechazo a la ganadería intensiva y ha apostado por un consumo moderado de carne procedente de la ganadería extensiva.
La moratoria de la instalación de macrogranjas es una de las propuestas para 2022 en las que coinciden las cinco organizaciones conservacionistas más importantes de España -Greenpeace, WWF, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y Amigos de la Tierra-. EFE
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