El sector de las estaciones de servicio ha elevado la voz contra el Gobierno por la obligación de aplicar a partir de esta medianoche un descuento de 20 céntimos por litro, una rebaja que según denuncian lastra su liquidez y coloca a parte de las gasolineras al borde del concurso de acreedores.
«Caos» es la palabra que más repiten fuentes del sector consultadas por EFE, que hablan de una situación «muy complicada» debido sobre todo a que deberán adelantar de sus propios fondos el importe del descuento hasta que el mecanismo prometido por el Ejecutivo entre en funcionamiento para que reciban el dinero de la Agencia Tributaria.
Algunas asociaciones patronales han reclamado que el Ejecutivo dé marcha atrás y cuestionan la legalidad y los beneficios de esta medida dirigida a compensar la fuerte subida de los precios de los carburantes: desde que empezó la guerra de Ucrania el gasóleo se ha disparado un 25 % y la gasolina se ha encarecido más de un 14 %.
De momento, a falta sólo de horas para que entre en vigor el descuento, algunos autónomos y pymes dueños de gasolineras ya especulan sobre la posibilidad de un paro patronal como señal de protesta, y se espera incluso el cierre temporal de algunas estaciones por lo menos hasta que el Ejecutivo precise cuándo comenzarán a llegar los anticipos.
TRES PATRONALES, DIFERENTES INTERESES
España cuenta con una red de 11.650 estaciones de servicio aproximadamente, y el 48 % operan bajo la bandera de una de las tres grandes petroleras con capacidad de refino en España (Repsol, Cepsa y BP), aunque un porcentaje relevante lo hacen como «abanderadas», es decir, bajo un modelo similar al de franquicia.
Tres asociaciones representan los intereses del sector: la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES); la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar), que engloba a independientes y abanderados; y los de «bajo coste» y automáticas (Aesae).
Todas ellas han coincidido en denunciar las dificultades de liquidez que entraña adelantar la bonificación, especialmente para pymes y autónomos, y también prevén que mañana se puedan producir colas en algunos puntos debido a que, en general, se observa que el cliente ha retrasado el momento de repostar a la entrada en vigor del descuento y si ha tenido que hacerlo, ha puesto menos cantidad.
«Esta mañana todavía no estaba preparado el formulario de Hacienda para inscribirse a lo del adelanto. Es un poco caótico, algunos hablan de no abrir temporalmente o incluso de ir al paro patronal», explica en declaraciones a EFE Antonio Gallinad, dueño de una gasolinera independiente en Huesca y portavoz de Aevecar en Aragón.
En su caso, adelantar el importe de la bonificación supondría entre 30.000 y 50.000 euros al mes, lo que dejaría «tocadas» sus finanzas para los gastos corrientes: «Para lo que quieren somos esenciales -en referencia a la calificación del sector durante la pandemia-, para lo que quieren ahora vamos a ser bancos».
«Si nos aseguraran que en una semana o en quince días lo devuelven… pero no hay garantías, tenemos dudas incluso de que haya partida presupuestaria para ello», insiste Gallinad.
Subraya que las empresas del sector que no refinan petróleo (todas menos las tres grandes, la portuguesa Galp y la neerlandesa Shell) se centran en comprarlo y revenderlo, y ante la actual inestabilidad de los precios algunos días están vendiendo a pérdidas.
En esta línea, el presidente de la Aesae (gasolineras automáticas y de bajo coste), Manuel Jiménez, apunta a EFE que los sistemas informáticos de las compañías «no están preparados» para procesar esta rebaja, y aunque el Gobierno ha concedido 15 días de moratoria para que adapten sus tiques al formato requerido, incide en que para recuperar lo adelantado Hacienda exigirá la documentación.
Jiménez critica que el Gobierno pase al «eslabón más débil» el problema del precio de los carburantes, y advierte de que se corre el riesgo de que una parte de los pequeños empresarios y autónomos del sector cierren y abandonen la actividad.
«Las petroleras que refinan son las que tienen el producto y nos lo venden a nosotros. Si ellos nos lo ofrecen a un precio similar al que dan en sus estaciones y además hacen un descuento extra…», lanza el presidente de Aesae, quien asegura que la medida provocará «eliminar competencia» a las grandes.
Afirma que las grandes colocan precios más ajustados en aquellas ubicaciones donde cuentan con «rivales» cerca, como en el extrarradio, pero los mantienen igual de altos en el centro de las ciudades y las autovías, con menos competencia.
En su opinión, el descuento tampoco beneficiará al consumidor, ya que «se está generalizando una subida de los precios para cubrir» esta rebaja.
«Existe un caos generalizado (…) Estamos pasando las de Caín, algunos ya se plantean cogerse vacaciones para no abrir estos días», asevera.